“Me torturaron, mataron a mi hermano y violaron a mi hermana. Abran la puerta”

Sevilla

"No puedo dormir por las noches. En cinco años de guerra en Siria, lo he perdido todo. Amigos, familia, estudios... todo. Me siento un hombre con suerte porque sigo vivo, pero ya no siento el corazón". Lo cuenta Samir, un refugiado sirio que tiene 25 años y que ahora vive en Sevilla, acogido por la ONG Accem. Samir fue torturado en su país. Su hermano fue asesinado. Su hermana fue secuestrada y violada durante dos meses por hasta diez hombres diferentes. "En Siria la muerte es lo normal. Los muertos se cuentan por familias enteras, por calles enteras. Yo no podía seguir allí", nos cuenta con la voz entrecortada.

Samir no se llama Samir, pero para sus seres queridos, muchos de los cuales siguen en su país, podría resultar peligroso que él rebelase su identidad. Escapó de la tortura y del horror cruzando la valla de Melilla después de atravesar hasta seis fronteras desde Siria. Una travesía que ha durado varios meses y durante la que ha saltado alambradas, ha navegado, ha pasado miedo y hambre y ha caído enfermo. Un peligroso viaje que le ha costado, además, 10.000 euros, que ha tenido que pagar a mafiosos y autoridades corruptas.

Samir ahora está a salvo, de la mano de la ONG que le está ayudando a rehacer su vida lejos de la barbarie, pero pide auxilio para su pueblo. Pide que se abra la puerta de Turquía. "En Siria mueren miles de personas a diario. ¿A nadie le importa?" pregunta. "¿Nadie va a hacer nada?", lamenta. Pero su pregunta sigue sin respuesta.