Economía sumergida: falla todo
Hace un par de semanas un joven de 17 años sufría quemaduras graves cuando trabajaba en un taller clandestino de calzado en Elche
Punto de Vista de Antonio Zardoya | Economía sumergida, falla todo | 14/03/2016
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Alicante
Hace un par de semanas un joven de 17 años sufría quemaduras graves cuando trabajaba en un taller clandestino de calzado en Elche, en el barrio del cementerio. El suceso nos recuerda que en la provincia de Alicante, y especialmente en las zonas zapateras, siguen existiendo amplias capas de economía sumergida, asociada con condiciones deplorables de trabajo y con la explotación laboral pura y dura.
Hay una culpa colectiva en todo esto. Fallan los controles de la administración, aunque se han incrementado últimos tiempos. Fallan algunos empresarios que se tapan la vista y se desentienden de la cadena de subcontrataciones en la que deriva la producción del calzado. Fallamos todos al no exigir como consumidores una marca de garantía en la compra de productos, una marca que nos asegure que su fabricación está acorde con las buenas prácticas laborales, en Bangladesh, en España o en la Conchinchina. En fin, falla todo.