La procesión del Silencio recorre Cuenca con esplendor
Sin incidentes y con lucimiento por parte de banceros, hermanos y bandas de música, la procesión recorrió Cuenca en la noche del miércoles
Banceros de San Pedro antes de iniciar el desfile. / Junta de Cofradías
Cuenca
Con puntualidad, a las siete de la tarde, el paso de Jesús Orando en el Huerto asomaba a las puertas de la iglesia de San Esteban dando así comienzo la procesión del Silencio de Cuenca. Abría el cortejo la banda de la Junta de Cofradías que marchaba por la calle de Las Torres cuando se incorporaba al desfile El Prendimiento con sus andas restauradas. Acompañaba a esta hermandad la banda de música de Horcajo de Santiago.
Siguiendo el recorrido de subida, el desfile recogía en la iglesia de El Salvador al paso de la Virgen de la Amargura con San Juan Apóstol, luciendo en el frontal de sus andas un nuevo escudo.
Pasadas las nueve de la noche, ya en la plaza Mayor, la procesión recibía a la hermandad de la Santa Cena desde la catedral y a las tres cofradías que procesionaban, cuesta abajo, desde la iglesia de San Pedro: San Pedro Apóstol, la Negación (con el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, portando estandarte con motivo del veinte aniversario del desfile de este paso) y el Ecce-Homo de San Miguel que también conmemoraba el 75 aniversario de su imagen y lo hizo luciendo un guión y dos estandartes de aquella fecha.
Conformado el desfile completo, la procesión descendió hasta San Felipe donde el coro del Conservatorio interpretó los Misereres y el Stabat Mater a la Virgen.
En San Esteban se recogían las cofradías de esta iglesia, la Santa Cena el en Palacio Provincial, la Virgen de la Amargura en El Salvador y San Andrés ofrecía refugio al resto. Habían pasado más de ocho horas de intenso y lucido desfile de Miércoles Santo en Cuenca.
