La plaza de España, más verde y con menos aparcamiento en superficie

Madrid

Los madrileños han dicho "sí". El 62,98% de los 29.961 votos válidos considera necesario emprender obras de mejora en la Plaza de España. Quieren que sea remodelada y apuestan por un lugar más verde, diáfano y abierto, con menos aparcamiento en superficie y más espacios de sombra y de ocio.

La cifra de participación ha superado "algo más del 1 por ciento" de la población madrileña que podía votar en el cuestionario. El delegado Pablo Soto ha querido desvincularse de "guerras de cifras que no son útiles porque la novedad del proceso es que se abre a toda la población". En este punto ha destacado que la participación en este proceso ha superado a la cifra total de las diez consultas realizadas por el Ayuntamiento en los últimos años, con unos 22.000 votos.

Con los resultados de este cuestionario vinculante, el Ayuntamiento de Madrid planea hacer peatonal el paso elevado de Bailén  y unir este enclave con la Casa de Campo y el Parque del Oeste en una "red verde". Son algunas de las propuestas apoyadas por la mayoría de los participantes en una encuesta "vinculante" en la que, según el Ayuntamiento, se apoya una "reforma profunda que permita limitar el tráfico".

El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y el de Transparencia y Participación Ciudadana, Pablo Soto, han presentado este lunes los resultados de esta encuesta en una rueda de prensa en la que han incidido en que la opinión ciudadana es vinculante y en que los proyectos que se planteen deberán respetar la premisa de limitar el tráfico.

Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta ciudadana impulsada sobre la remodelación de la plaza de España en la que han participado 26.961 madrileños, de los cuales un 79 % ha apoyado la construcción de una red verde y un 37,8 % se ha mostrado a favor de hacer peatonal el paso elevado de la calle Bailén.

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Esta propuesta ha sido la más votada de entre las cuatro que se planteaban, frente a un 29 % de los vecinos que apostaban por dejarlo igual que ahora, un 13 % que pedían reducir el paso de vehículos y ampliar aceras, y un 5 % desmontarlo y mantener el desnivel original, mientras que un 11 % ha dicho no saber y un 5,4 % ha dado otras opciones.

"Las respuestas van en la misma línea en la que está el Gobierno municipal de reducir el impacto del vehículo privado en la almendra central. Eso encaja con el desarrollo de las APR (Áreas de Prioridad Residencial) y con la generación a medio plazo de una red de bajas emisiones en la almendra central", ha comentado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible a preguntas de los periodistas.

En otro momento de la rueda de prensa, en una segunda pregunta sobre este asunto, José Manuel Calvo ha insistido en su intención de "pacificar" el tráfico en la almendra central de la ciudad, reducir el tráfico en la Gran Vía y en la cuesta de San Vicente, además de incorporar un carril bici.

Calvo, a preguntas de cómo se va a reestructurar el tráfico ante los cambios que se plantean en la encuesta, ha respondido que no se ha planteado la peatonalización de Gran Vía ni de Bailén ni "ningún corte de tráfico" en esas dos calles sino la "reducción progresiva del tráfico" en ambos puntos y favorecer el acceso al centro en bicicleta.

"Gran Vía lo que tiene hoy es un colapso del tráfico peatonal, es decir, parece que un ensanchamiento de aceras es algo que está demandando la población", ha asegurado Calvo en referencia a la Gran Vía.

Por su parte, Pablo Soto ha apuntado que la peatonalización del paso elevado de Bailén no implica que no se permita el acceso de coches "entre un punto A y un punto B", pero las soluciones, ha dicho, tendrán que aportarlas los arquitectos y urbanistas que se presenten al proyecto y que contarán con los "correspondientes estudios de movilidad", según ha puntualizado Calvo. "No vamos a tomar ninguna decisión a las bravas", ha comentado el responsable del urbanismo madrileño.

Sobre las dificultades de iniciar una gran transformación que permita incluir la plaza de España en una gran zona verde en Madrid, Calvo ha admitido que "sin duda" es difícil -"nadie dijo que fuera fácil"- pero se ha mostrado convencido de que es razonable generar una red de espacios públicos verdes conectados entre ellos con vías peatonales y carriles para bicicletas, "sin renunciar al vehículo privado pero reduciendo su impacto".

Referéndum popular

La siguiente fase del proyecto es el concurso que se hará en base a las ideas preferidas por la ciudadanía. Calvo ha detallado sobre "este proceso inédito en la conformación de la ciudad" que ahora se lanzarán las bases del concurso internacional de ideas que se convocará en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Madrid. El edil ha remarcado que las propuestas deben incluir las condiciones ciudadanas elegidas en el cuestionario, de modo que se eliminarán las que no las incorporen o sean propuestas inviables.

Se pasará entonces a una primera votación ciudadana, cuyos resultados tendrán el valor de un voto dentro del jurado. Entonces dicho jurado --compuesto por sectores profesionales y técnicos municipales aunque "estaría bien" contar con un miembro de cada partido, en palabras de Calvo-- seleccionará cinco propuestas, que desarrollarán un proyecto más definido de su idea inicial.

Posteriormente, el jurado decidirá a los dos finalistas, cuyos proyectos, con memoria económica, se presentarán de nuevo a la ciudadanía para la votación definitiva, con el compromiso de llevar a cabo la propuesta seleccionada.

A partir de agosto la ciudadanía será llamada a participar en el referéndum popular para decidir qué propuesta finalista será la que se materialice. La elección del ganador se producirá previsiblemente entre "octubre y noviembre". La licitación se produciría a continuación, de modo que las obras podrían empezar a finales de año. Se trata, en palabras del edil Calvo, de un "proyecto de mandato" cuyo plazo previsto están "cumpliendo holgadamente".