Sigue la pinza de PP y PSOE mientras el Estado quiere hasta el último céntimo
A Coruña
-Lunes, 28 de marzo. La semana arrancaba con un dato económico. El sector de la construcción está en pleno proceso de recuperación tras haberse dejado en la crisis 37.000 puestos de trabajo en el conjunto de Galicia. Lo decía el presidente de los constructores coruñeses, Diego Vázquez, que pedía a las Administraciones públicas un mayor esfuerzo en inversiones en obras para consolidar este proceso. Son muchos los economistas que insisten en que será necesario que la construcción vuelva a tirar, pero los excesos y despropósitos del pasado deberían servir de lección.
Inversión pública necesitala vieja cárcel de la Torre para que pueda volver a tener un uso. El Ayuntamiento de A Coruña negocia con el Estado la cesión del uso del edificio mientras no se resuelve el litigio sobre la propiedad de la prisión. El Gobierno central ya ha enviado una propuesta al municipal que incluye obras de conservación. El objetivo del Ayuntamiento es darle uso sin renunciar a recuperar su propiedad a coste cero. El edificio fue cedido para ser cárcel. Si ya no lo es, debería volvería a la ciudad sin mayor contrapartida.
-Martes, 29 de marzo. El día nos dejó novedades sobre la llamada Operación Zeta, que investiga el supuesto fraude en cursos de formación pagados con fondos públicos que no se habrían celebrado. La jueza que instruye el caso ha decidido crear una pieza separada con todo lo relacionado con la asociación de autónomos Caype y enviarla a la Audiencia Nacional. Dice la instructora que esta entidad fue un mero artificio para apropiarse de fondos públicos. La decisión vuelve a poner sobre la mesa las dilaciones que se producen en las instrucciones de este tipo de casos. Urge que administraciones y poder judicial busquen fórmulas para agilizar estos procesos sin afectar a la calidad de las investigaciones y las garantías de los investigados.
-Miércoles, 30 de marzo. Sada naufragó. Algunos de los vecinos con más edad de Sada no recordaban nada semejante: ríos de agua campando a sus anchas por las calles del núcleo urbano de esta localidad costera. Es obvio que no es la primera vez que llueve en Sada. Y es obvio también que no es la primera vez que esto coincide con una pleamar. ¿Qué ha pasado en esta ocasión? Deben buscarse respuestas a esta pregunta porque parece claro que algo ha fallado.
El miércoles fue el día de la reunión entre el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada. El propio presidente de Puertos del Estado tuvo que venir a la ciudad para mediar entre dos administraciones que suman discrepancia tras discrepancia. El Gobierno local ha aceptado la venta de muelles para financiar el puerto exterior, pero siempre y cuando se garanticen usos públicos y ciudadanos. En más de una ocasión hemos defendido la revisión del convenio firmado en su día entre Francisco Álvarez Cascos y Francisco Vázquez. Ayuntamiento y Puerto inician el buen camino si buscan fórmulas para compatibilizar los intereses de unos y otros.
-Jueves, 31 de marzo. Al día siguiente, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, desveló una de las fórmulas que baraja para garantizar que los muelles que queden liberados en el puerto urbano dispongan de espacio público y para uso ciudadano. Estudia que el Concello pueda comprar a la Autoridad Portuaria parte de estos terrenos para blindar este objetivo. La intención es buena, pero más dudas surgen sobre si esta es la opción más adecuada. El Estado pretende vender terrenos en el puerto, pide más de un millón de euros por la cárcel de la Torre y ha sacado a subasta los terrenos de A Maestranza. ¿Es ése el compromiso del Estado con A Coruña? ¿intentar obtener hasta el último céntimo por sus propiedades en la ciudad?
-Viernes, 1 de abril. El Partido Popular y el Partido Socialista volvían a unir sus fuerzas para condicionar desde la oposición la acción de Gobierno en A Coruña. En esta ocasión, lo han hecho para que los presupuestos de este año se hayan aprobado con sus enmiendas. El PP ha respaldado las del PSOE y los socialistas las de los populares. De la mano, han conseguido cambiar el documento. Ya se lo veía venir el alcalde, Xulio Ferreiro, que antes de la votación advertía de una moción de censura encubierta y retaba a PP y PSOE a aliarse de forma definitiva para llegar al Gobierno. La inestabilidad política por estrategidas partidistas perjudica claramente a la ciudad. Respaldar a un alcalde en la investidura para después torpedear un día sí y otro también su acción política es censurable. O se gobierna o se deja de gobernar. Lo otro es propio de la cobardía.
Marcos Sanluis López
Director de Contenidos de Radio Coruña Cadena SER. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Santiago...