El Mallorca exhibe su potencial goleador frente al líder (3-0)

Palma de Mallorca

Al Real Mallorca le bastó con media parte para quitarse los complejos de encima y desmontar todos los argumentos negativos que transmitió su juego de la primera mitad. Y lo hizo con una demostración de manual de eficacia y de cómo jugar al contragolpe ante un Leganés que pone en peligro el liderato de la categoría. La victoria bermellona por 3-0 supone los puntos y el aire necesarios para suavizar el ritmo de las constantes vitales, alteradas por la situación clasificatoria.

Los locales pasaron de la desorganización al orden y de la desesperación de la grada a los aplausos con el descanso como separador. Antes, dominio pepinero con un equipo colocado y con las ideas muy claras de cómo jugar frente a un equipo local que se limitó a acumular jugadores en defensa sin mayor capacidad para proponer algo más. El Leganés, agarrado a Szymanowski, vertebró jugadas que crearon peligro sobre la portería de Wellenreuther, que solventó el trabajo. Los madrileños tuvieron el balón y el dominio del juego ante un Mallorca que encontró en Yuste, reconvertido en central tras la lesión de Campabadal, su mayor logro defensivo.

 Y se hizo la luz tras el descanso. El Mallorca fue capaz de poner orden defensivo y exhibió el potencial ofensivo que se le presuponía con los fichajes invernales. Colunga marcó el primero en una rápida contra y cruzando el balón ante la salida de Serantes. El asturiano consiguió un doblete al marcar un penalti que él mismo había provocado en otra acción ofensiva trenzada aprovechando los espacios que dejaba el Leganés una vez que decidió adelantar las líneas. El tercero fue obra de Ortuño, que recorrió medio campo en solitario y definió a la perfección en el mano a mano.

El conjunto de Fernando Vázquez encadena cuatro jornadas sin perder.