Pepe Moral y Javier Jiménez ganan crédito cortando una oreja

Sevilla

Interesante corrida de Torrestrella la lidiada este martes en La Real Maestranza en el tercer festejo de la Feria de Abril, que nos deparó el triunfo del palaciego Pepe Moral y el espartinero Javier Jiménez, que cortaron una oreja cada uno, y la también notable actuación del astigitano Miguel Ángel Delgado que perdió un trofeo en su primero por culpa de la espada.

Se han lidiado toros de Torrestrella, bien presentados y desiguales de juego aunque interesantes la mayoría. Tuvo su puntito de genio el primero, rajadito el segundo, mucha calidad aunque poca fuerza el tercero, más complicado el cuarto, noble el quinto y con movilidad el sexto.

Miguel Ángel Delgado, de blanco y plata, ovación y silencio.

Pepe Moral, de gris plomo y oro, silencio y una oreja.

Javier Jiménez, de blanco y oro, ovación tras dos avisos y una oreja.

En cuadrillas, Vicente Varela saludó tras banderillear al segundo, Curro Robles y Fernando Sánchez en el cuarto, y Lipi y Rafael Limón en el sexto, al que lidió muy bien Alejandro Sobrino.

La plaza registró casi media entrada en tarde agradable y fresca al final.

Miguel Ángel Delgado inició la tarde yéndose a portagayola y, ya con la muleta, atemperando la geniuda embestida de su oponente. Sonó la música antes de que el animal se apagara y de no mediar un pinchazo previo a la estocada trasera definitiva, posiblemente hubiera habido trofeo. No dio opciones el cuarto, un toraco complicado ante el que el astigitano se pegó un arrimón de valiente.

El primer toro de Pepe Moral se rajó a las primeras de cambio antes de que el palaciego lo despachara de pinchazo y estocada tendida y desprendida. El quinto fue otro cantar desde el capote, con el que Moral se lució a la verónica y en las dos medias de remate. Tuvo calidad el de Torrestrella que duró lo justo para que el diestro dejara varias series templadas y de mucha torería. Gran estocada y oreja al esportón.

Javier Jiménez tuvo un primer toro con tanta calidad como falta de fuerzas hasta el punto de que parte del público quiso que el presidente sacara el pañuelo verde. Lo aguantó con buen criterio y el torero de Espartinas respondió con una faena templada que alcanzó su cima con una cambio de mano por la espalda ligado a un natural. Quizás sobraron los doblones finales que propiciaron que el toro se pusiera complicado para entrarle a matar con lo que las opciones de oreja se perdieron con media estocada traserilla y dos descabellos. En el que cerró plaza, otra faena muy entonada del espartinero, que echó muy bien los engaños toda la tarde. Ahora sí, la estocada traserilla final puso el merecido trofeo en sus manos.