La poesía de lo abstracto se instala en la Fundación Chirivella Soriano
Una muestra recoge los viajes, vitales y artísticos, y la conexión entre Fernando Zóbel, Jordi Teixidor y Jose María Yturralde
Valencia
La fundación Chirivella Soriano ha presentado este martes la exposición "La pintura, el viaje, la contemplación" de Fernando Zóbel, Jordi Teixidor y José María Yturralde organizada por Banca March y que podrá visitarse hasta el próximo 17 de junio. La muestra acoge una selección de obras de estos tres artistas que incluye pintura, escultura, dibujos, cuadernos de viajes y apuntes de estos tres autores que en los años 60 coincidieron en Cuenca, una estancia que marcó su obra y su vida. El hilo conductor de la exposición, tal y como explica Manuel Fontán, comisario de la muestra, es el equilibro en la pintura de los tres entre el viaje, el conocimiento del mundo y el carácter contemplativo de la pintura. Un cultivo de la pintura contemplativa que es una excepción en la españa de posguerra.
Manuel Fontán: 'La pintura abstracta no era muy frecuente en esa época'
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La muestra ayuda a profundizar en la relación de sus tres protagonistas, que comenzó cuando Zobél (Manila,1914-Roma,1984) creó en 1966 el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y nombró a Teixidor (Valencia, 1941) e Yturralde (Cuenca, 1942) como "conservadores agregados" del mismo.
Teixidor e Yturralde eran entonces dos jóvenes artistas y estudiantes de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, y Zóbel y Cuenca fueron la estación de partida del viaje artístico de ambos, algo que según han confesado hoy, marcó sus carreras y su obra.
Cincuenta años después de la apertura del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, pueden verse en la exposición de Valencia, entre otras muchas, dos obras que Teixidor e Yturralde llevaron en Vespa desde Valencia hasta la ciudad de las casas colgantes.
"En la Academia pintábamos lo académico y más tradicional y en casa éramos abstractos", ha señalado Jordi Teixidor, quien ha destacado que el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca "fue el primer museo de artistas hecho por artistas".
También han destacado que en aquella época, donde la situación social y política en España no permitía ahondar en líneas no oficiales y en Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos no se permitía ni nombrar a Picasso, mantuvieron contacto con artistas de París y Estados Unidos.
La llegada de Zóbel a España, en la que se instaló en 1961, supuso un soplo de aire fresco para los artistas españoles, ya que comenzó a comprar obra y cuando reunió una colección considerable se planteó la idea de formar un museo dedicado al arte abstracto español.
El 1 de julio de 1966, con Gerardo Rueda como conservador jefe y Gustavo Torner como codirector, se inauguró en Cuenca el Museo de Arte Abstracto Español.
Durante la presentación de la exposición, Jordi Teixidor ha destacado la importancia de que entidades privadas puedan colaborar en el desarrollo de la cultura de un país, algo que ha considerado una "obligación moral", en un momento en que la parte pública "no responde bien" como consecuencia de la crisis económica.