El 25% de los jóvenes europeos reconoce descargarse contenidos de forma ilegal
Este dato aparece en el último informe que ha elaborado el Observatorio Europeo para las Vulneraciones de los Derechos de Propiedad Intelectual con sede en Alicante
Alicante
Una cuarta parte de los jóvenes de la UE ha admitido utilizar intencionadamente fuentes ilegales de acceso a contenido online en los últimos doce meses. Así se desprende de un nuevo informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), con sede en Alicante, que ha realizado una encuesta sobre la conducta juvenil en relación a los contenidos de propiedad intelectual.
La mayoría de estos ciudadanos admite recurrir a esta práctica para obtener contenidos gratuitos o porque señalan que les resulta más económico que acceder a otros de fuentes legales. En este sentido, seis de cada diez encuestados declara que dejaría de recurrir a canales ilegales si esos contenidos estuvieran presentes en fuentes legales a un precio más asequible.
Las películas y las series son los contenidos más consumidos en fuentes ilegales, seguidos de la música y los juegos. En esta línea, una tercera parte de los jóvenes considera que el acceso a contenidos ilegales es más fácil y más rápido que el de fuentes legales.
Por otra parte, el estudio indica, en lo que respecta a la compra por Internet, que tan sólo el 12 % de los jóvenes dice haber adquirido productos falsificados por Internet en los últimos doce meses. Principalmente prendas de ropa, accesorios y calzado. En relación a esta conducta, más de la mitad de los encuestados afirmó que lo hizo porque resultaba más barato que comprar el artículo original.
Sin embargo, la gran mayoría asegura no comprar productos falsificados en Internet. En este sentido, más de la mitad de la muestra afirmó que no confía en los sitios que venden artículos falsificados, mientras que el 20% teme que sus datos se utilizaran indebidamente si realizaba una compra.
Según António Campinos, director ejecutivo de la EUIPO, este estudio les ayuda a "entender a los jóvenes nativos digitales", a saber cómo se comportan en internet y a determinar la envergadura del reto que supone "cambiar sus actitudes".
Además, ha añadido que confía en que les ayude a desarrollar iniciativas conjuntas de concienciación y educación sobre la propiedad intelectual capaces de conectar con los jóvenes europeos, además de proporcionar información valiosa a los responsables políticos».