“Lo que de verdad nos preocupa”
En estos días de polémicas sobre el botellódromo y de debates sobre lo mala malísima que es esta juventud se me ha ocurrido una locura. Escuchar qué tienen que decir los jóvenes al respecto. Y se van a sorprender. A la inmensa mayoría de los chavales granadinos no le importa un carajo lo que pase con el botellódromo. Y no hace falta que hagan un estudio sociológico para descubrirlo, basta con pararse a escuchar los corrillos en los parques, o en las entradas de las bibliotecas, en los gimnasios, en las cafeterías
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Granada
Les diré lo que le preocupa a mi generación, a los nacidos en los años 80 y los 90: a unos les preocupan sus amigos de toda la vida, que se han tenido que largar de Granada para encontrar un trabajo digno. O sencillamente un trabajo. A otros les quita el sueño que les renueven el contrato en su empresa, que ya mismo les cumple. Hay a quienes sueñan con conseguir esa beca para seguir estudiando un año más. Otros tantos no dejan de pensar en ahorrar algo para poder irse a vivir con su pareja de una maldita vez, que ya va siendo hora. Muchos lamentan no poder formar una familia. ¿Quién lo hace con el sueldo mínimo interprofesional?
De todo eso, de verdad, de todo eso es de lo que se preocupa mi generación. Lo demás son estupideces para seguir evitando el verdadero problema: que esta generación corre serio riesgo de vivir peor que la anterior.
