Un ciudadrealeño se reúne esta semana con el Gobierno de Arabia Saudí para ofrecer una solución a los problemas del AVE Medina-La Meca
Antonio Ibáñez de Alba ha patentado un túnel de alta tecnología que evita que las vias se llenen de arena y que el tren se erosione
Toledo
Antonio Ibáñez de Alba, es un ingeniero ciudadrealeño que trabajó para la Nasa hasta que decidió dedicar su vida a la investigación. Actualmente tiene más de 300 patentes como "un agua flotante" que ya está comercializando o la instalación de una plantación de palmeras artificiales en Libia para crear microclimas en el desierto.
Su última investigación ha sido la creación de un túnel de alta tecnología que evitaría los problemas que se está encontrando el consorcio español que construye el AVE Medina-La Meca, en Arabia Saudí, donde tramos del AVE están siendo ocupados por la arena del desierto, y los trenes se dañan por la erosión de la arena a 300 km por hora. Ibáñez de Alba ya se ha reunido en varias con el consorcio español y esta semana viaja para reunirse con el gobierno de Arabia Saudí para negociar la posible instalación de este túnel.