López Simón, que cortó dos orejas, se adueñó del mano a mano de la Feria
El francés Sebastián Castella fue silenciado en sus tres toros
Sevilla
El único mano a mano de la Feria de Abril 2016, celebrado este jueves en La Real Maestranza, ha tenido un claro triunfador en la figura del madrileño Alberto López Simón que le cortó una oreja al cuarto de la tarde tras una buena faena y otra más al sexto después de pegarse un serio arrimón. Por su parte, el francés Sebastián Castella fue silenciado en sus tres toros.
Se han lidiado toros de la ganadería El Pilar, bien presentados, con más cara el cuarto y cinqueños los dos últimos, y desiguales de juego. Tuvo calidad pero poca fuerza el primero, muy descompuesto el segundo, no transmitió nada el tercero, potable el cuarto, aplaudido en el arrastre, y más complicados quinto y sexto.
Sebastián Castella, de azul Baratillo y oro, silencio tras aviso, silencio y silencio.
López Simón, de marfil y oro, silencio, una oreja y una oreja tras aviso.
En cuadrillas, Domingo Siro saludó tras banderillear al segundo, Miguel Ángel Sánchez al cuarto, Vicente Osuna al sexto y en esos tres toros saludó Jesús Arruga. José Chacón lidió muy bien al quinto.
La plaza registró casi tres cuartos de entrada en tarde primaveral.
Suave recibo de capa de Sebastián Castella al toro que abrió plaza, que tuvo tanta calidad como falta de fuerza. Pulseó el francés al animal, pero sin poder bajar la mano faltó hondura. El tercero, noble pero sin transmisión, no dijo nada en la muleta de Castella, y en el quinto otro buen y largo recibo capotero antes de que el toro sacara complicaciones y se echara en varias ocasiones antes de que el francés entrara a matar.
López Simón tuvo un primer toro de embestida descompuesta ante el que su trasteo no terminó de tomar vuelo. Si lo hizo ante el cuarto, dos faenas en una; la primera por el pitón derecho de más a menos, la segunda templadísima por el pitón izquierdo de menos a más. Una certera estocada puso en sus manos la primera oreja de la tarde. El segundo trofeo llegó en el toro que cerró plaza, un animal complicado ante el que Simón se pegó un serio arrimón que contó con el beneplácito de la música y del público.
