Los pilares de la discordia

Valladolid

Es uno de los muchos asuntos que se acumulan en la carpeta de "asuntos pendientes" en la Concejalía de Urbanismo. Los bloques de hormigón que salpican la geografía de la ciudad y, en concreto, del casco histórico, son una especie en extinción. 

Situados para afianzar las fachadas de algunos vetustos inmuebles, centran las reclamaciones y quejas de los vecinos. No sólo por el mal aspecto que generan en pleno centro de la ciudad si no por los problemas de movilidad que generan. 

En algunos casos, la idea era preservar esas fachadas, protegidas en hipotéticas rehabilitaciones. En otros, simplemente, garantizar la seguridad de los viandantes. Su permanencia en el tiempo ha llevado al departamento que dirige Manuel Saravia a poner en marcha una estrategia para su desaparición progresiva. 

Ahora les toca a los de la calle San Martín, en su desembocadura hacia Angustias. Fueron ubicados hace más de cuatro años y ahora toca su retirada para que la sujeción de la fachada se haga desde el interior del inmueble. Para ello será necesario cortar el tráfico. Los residentes en esa zona habían reclamado su desaparición ante las molestias que generaban en una vía de la ciudad que no se caracteriza por su anchura. 

Los planes de la Concejalía pasan por revisar otros edificios que presentan este mismo problema con la idea de mejorar el aspecto de la ciudad desde la garantía de la seguridad de los ciudadanos.