‘Lágrimas negras’

Los Barrios

Estos son algunos de los artículos de la declaración de los utópicos Derechos Humanos:

-Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Derecho inalcanzable.

-Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social o posición económica. Derecho inalcanzable.

-Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre. Derecho inalcanzable.

-Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado. Derecho inalcanzable.

Hace poco que el epicentro del terror se instaló en el llamado corazón de nuestro continente porque es allí donde se supone se defienden el bienestar y los derechos de la Unión Europea. La información dejó tras el reguero de sangre otro de noticias que duró días y días. Flores, velas y lágrimas inundaron las calles de Bruselas y a todos se nos encogió el corazón de dolor y, por qué no reconocerlo, también de temor.

Hace menos todavía el epicentro del terror se apoderó de Kenia, pero este territorio nos queda tan lejano… allí hay siempre tanta guerra, hambre, sida… que ya están acostumbrados y están tan apartados de nuestra zona de confort que la onda expansiva de su dolor ni nos llega. ¿Qué hubiese pasado si nos hubiese tocado a nosotros, si una de nuestras universidades hubiese sido brutalmente asaltada perdiendo la vida 150 jóvenes a los que retuvieron más de quince horas y que fueron matando a sangre fría por ser cristianos y no musulmanes? ¿Qué hubiese pasado? Quince horas de vía crucis en un “jueves santo”. De ellos no se habló casi nada, no conocemos sus fotos, ni sus vidas, no sabemos qué estudiaban… no sabemos nada de nada. Así que no me digas que los derechos humanos no son papel mojado. Hasta el dolor de una muerte tiene sus diferencias.

Que no somos libres lo sabemos, unos porque no quieren y otros porque no pueden. Pero lo que es indiscutible es que no todos somos iguales. Cuenta mucho de qué raza eres y en qué distrito del mundo te tocó nacer.