Madrid quiere levantar el mayor rascacielos de la Unión Europea
Distrito Castellana Norte (DCN), promotora de la operación Chamartín, aspira a levantar seis torres en la prolongación de la Castellana
Madrid
Seis nuevas torres, cinco de ellas de una altura similar a las de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, y una sexta, de 70 plantas, que podría ser la más alta de la Unión Europea, en caso de contar con el permiso municipal.
Estos son las planes que maneja la empresa Distrito Castellana Norte (DCN), la empresa promotora de la Operación Chamartín, participada por el BBVA y la constructora San José, que quiere extender en casi 4 kilómetros el Paseo de la Castellana aprovechando el soterramiento de las vías del tren.
El proyecto, cuyo plan parcial tiene que ser aprobado por el pleno del Ayuntamiento, supone una inversión de 6.000 millones de euros, la creación de 120.000 puestos de trabajo y unos ingresos fiscales de 3.300 millones de euros para las arcas públicas. Así lo ha detallado el presidente de la empresa, Antonio Béjar, en un foro sobre Urbanismo Sostenible, organizado por el diario El País. El 80% del ámbito estaría destinado a espacios públicos y zonas verdes, mientras que el 20% restante sería para el desarrollo de viviendas, comercios y oficinas.
Los promotores quieren que las nuevas torres conformen un centro de negocios internacional, comparable al de las grandes capitales europeas. Defienden, además, que para el resto de la zona los inmuebles sean de una altura similar a las del entorno de la estación de tren con un volumen de edificación significativamente inferior al de otros barrios, como Chamberí, o el propio paseo de la Castellana.
La magnitud de la operación es, precisamente, uno de los principales escollos con el Gobierno de Manuela Carmena, para que el proyecto pueda ser desbloqueado tras 20 años sin mover una sola piedra.
El tamaño y la complejidad del proyecto, y la necesidad de que encaje con el modelo de ciudad sin empeorar la movilidad de la zona norte, llevó al Ayuntamiento (Ahora Madrid) a crear una mesa de trabajo, a cuya última reunión no asistieron ni la empresa ni el Partido Popular. El grupo de Esperanza Aguirre se quejó de que esa mesa no era más que “una farsa”.
El grupo socialista sí acudió y mostró su disposición a trabajar con el equipo de Gobierno para dar una “solución real” a los problemas de infraestructuras y movilidad de la zona. En un comunicado, la concejal socialista Mercedes González aseguró que la operación urbanística, tal y como está planteada esta mesa, es una "equivocación política y financiera".
La edil del PSOE ofreció su colaboración a Ahora Madrid para trabajar en una solución que de "una respuesta real, eficaz y consensuada" a los desequilibrios y carencias en infraestructuras y movilidad de la zona norte de Madrid.
La idea del Ayuntamiento es que la operación pueda salir adelante, pero no en los términos en los que está planteada ahora porque "no son razonables ni sostenibles". El Gobierno municipal pide cambios, como que se reduzca el volumen urbanizable, sin poner en peligro por ello la rentabilidad.