Escribano indulta a 'Cobradiezmos', un victorino para la historia

Sevilla

Tarde histórica la que hemos vivido este Miércoles de Farolillos en La Real Maestranza durante el undécimo festejo de la Feria de Abril. La cumbre, el indulto de 'Cobradiezmos', un victorino para la historia, a manos de Manuel Escribano, que paseó dos orejas simbólicas. Pero además, Paco Ureña consiguió idéntico premio en su primero en la, de momento, gran tarde del ciclo abrileño.

Se han lidiado seis toros de Victorino Martín, bien presentados y desiguales de juego. El primero se las dio de chochón, pero no era tonto. Segundo y tercero, aplaudidos en el arrastre, fueron bravos en el caballo y buenos para la muleta. El cuarto, el del indulto, extraordinario por el fondo que sacó y lo humillado que lo hizo todo. El quinto no humilló y se quedó más corto. El sexto se acordó de lo que se dejaba atrás y fue el más complicado.

Manuel Escribano, de berenjena y azabache, leves palmas tras aviso y dos orejas simbólicas.

Morenito de Aranda, de teja y oro, silencio tras aviso y silencio.

Paco Ureña, de rosa y oro, dos orejas y palmas de despedida.

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La plaza registró algo más de media entrada en tarde primaveral, aunque fresca al final.

Escribano se enfrentó aun primer toro que de salida tuvo poquita fuerza y que llegó a la muleta haciéndose el chochón, pero apretando cuando veía ocasión de echarle mano a un torero que estuvo muy firme. Dos pinchazos precedieron a la estocada tendida definitiva. Lo del cuarto, número 37, 'Cobradiezmos' de nombre, de pelo cárdeno y 562 kilos de peso, fue histórico desde la portagayola inicial hasta que los cabestros se llevaron al toro después de su indulto. Entre ambos momentos, verónicas vibrantes con el animal muy humillado de salida, un par por los adentros de infarto y, con la muleta, el no va más desde los doblones iniciales a las series de muletazos largos, templados y de mano bajísima. Muy emotiva la clamorosa vuelta al ruedo del torero de Gerena acompañado por Victorino Martín hijo y el mayoral de la ganadería.

El primero de Morenito de Aranda empezó a mostrar su bravura en el caballo de picar que montaba Francisco José Quinta. la faena de muleta tuvo buen comienzo por el pitón derecho y buen final por el izquierdo, pero en medio se diluyó un poco, tanto que el público tomó partido por el toro en el balance final. El quinto, corto y sin humillar no se lo puso fácil al burgalés, que, eso sí, hizo el esfuerzo de irse a portagayola.

También humilló de salida el tercero de la tarde, otro buen toro de Victorino que fue bravo en el caballo y después dio un juego extraordinario en la muleta de Paco Ureña. Trasteo que mantuvo el buen tono de principio a fin, rematado con una gran estocada y premiado con dos orejas. La pena es que el sexto no le permitió abrir la Puerta del Príncipe pues, corto de embestida y midiendo mucho al torero, solo nos dejó ver a un Paco Ureña pundonoroso y valiente.

Al final, salida a hombros de Escribano y Ureña por la Puerta Principal del patio de cuadrillas en una imagen para la historia.