Mientras Rafael Blasco afirma no tener dinero, la justicia investiga la supuesta fortuna de su esposa

Valencia

Mientras Rafael Blasco afirma no tener recursos, la justicia señala a su mujer como presunta poseedora de una fortuna en obras de arte adquiridas con fondos públicos

Julio Cuaresma, autor de un cuadro por el que el IVAM pagó un 1500% más de su precio de mercado, acompañó a Rafael Blasco a Haití cuando este negociaba construir un hospital allí. Asunto que también investigan los tribunales dentro del Caso Blasco de supuesto desvío de fondos públicos destinados a proyectos de cooperación.

Fuentes de toda solvencia consultadas por la SER alertan de otra coincidencia: por un lado, Blasco ha intentado reducir la sanción en concepto de responsabilidad civil que pesa sobre él en el caso que lleva su nombre y ha llegado a asegurar que solo tiene su pensión para poder hacer frente a esos pagos. Y al tiempo, ha salido a la luz, con pelos y señales, que se investiga a su esposa como posible receptora de una fortuna en obras de arte.

El exconseller, actualmente en prisión por haber permitido que más de un millón de euros de fondos destinados a un proyecto de cooperación en Nicaragua sirvieran para comprar inmuebles en Valencia, ha intentado negociar con la fiscalía una posible reducción de la pena de prisión. Pero la negociación encalló cuando también pidió una drástica reducción de la sanción económica que tal pena conlleva.

La abogacía de la Generalitat y la fiscalía anticorrupción no aceptan en absoluto esa reducción. Y es que en el caso del Hospital de Haití la sanción económica será previsiblemente muy importante, puesto que hablamos de unos cinco millones de euros desviados. Y todavía está también en fase de instrucción una tercera pieza de esa misma causa.

Ahora, según ha sabido la SER, ha trascendido que el pintor acompañó a Rafael Blasco a Haití cuando el entonces conseller de cooperación negociaba la construcción de un hospital allí, tras el terremoto que asoló esta zona de la República Dominicana.

Según consta en el sumario del Caso IVAM, Consuelo Císcar, que durante diez años dirigió el Museo, compró varias obras del autor portugués con sobrecostes, según un informe realizado por expertos, que en algún caso alcanzaron el 1500%. Sospechan los investigadores que Cuaresma se benefició de su amistad con el matrimonio Blasco Císcar.