Prisión sin fianza para Sinaí Giménez, su padre y dos de sus hermanos

Vigo

Prisión sin fianza para Sinaí Giménez, su padre, Olegario Gimenez y dos de sus hermanos, Saúl y Paulo. Esta ha sido la resolución del juez del juzgado de instrucción número tres de Cangas que ha dejado en libertad a provisional sin fianza a las otras cuatro personas que habían llegado al juzgado procedentes de dependencias policiales y que permanecieron detenidas hasta este jueves. Recordamos que otros tres de los detenidos el martes en Tomiño habían sido puestos ya en libertad y el patriarca de la familia, Olegario GIménez que permaneció hasta ayer hospitalizado y bajo detención policial ha pasado este viernes por el juzgado de Cangas en donde prestó declaración ante el juez, tras lo que tuvo que ser de nuevo ingresado en POVISA.

Las de ayer y hoy han sido dos jornadas larga de declaraciones. El primero en salir de los juzgados era Sinaí Giménez, lo hacía pasadas las once de la noche cuando había llegado a las dependencias judiciales a las diez de la mañana. Por tanto, unas 13 horas en las que el juzgado estuvo fuertemente custodiado por medio centenar de policías. Fuera algún momento de tensión y gritos de alguno de los investigados al pasar por la zona vallada.

En torno a las 10:30 de este viernes llegaba a declarar Olegario Giménez, el patriarca de la familia y autoproclamado "Rey de los Gitanos" tras permanecer varios días ingresado en POVISA por un problema respiratorio, derivado de los registros que se practicaron en sus casas de Tomiño a principios de esta semana y que derivaron en su detención y la de buena parte de su familia. Olegario declaró ante el juez y a continuación, tras varias horas de declaración tuvo que ser evacuado de los juzgados directamente al hospital POVISA por una nueva indisposición.

Uno de los abogados de la familia, Jose Luis Gutiérrez Aranguren, apuntaba a las puertas del juzgado que la causa sigue bajo secreto de sumario por eso critica que se esté enterando del caso por los medios de comunicación

Aseguraba también García Montes a las puertas del juzgado que lo de los mercadillos no era “el camarote de los hermanos Max” y que la gestión estuvo “bien llevada”.