El PP aprende a consultar
Las palabras más repetidas estos días por dirigentes del PP balear son "consulta popular" y "referéndum". Después dirán que Podemos no ha revolucionado los modos políticos.

La línea roja de Matías Vallés 25-04-2016
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Palma de Mallorca
Las palabras más repetidas estos días por dirigentes del PP balear son "consulta popular" y "referéndum". Después dirán que Podemos no ha revolucionado los modos políticos.
El PP exige una consulta popular o referéndum para lograr que no sea derribado el engendro fascista de Sa Feixina. Sin embargo, este énfasis en el contacto directo con la ciudadanía, que antes tildaban de "populismo", suena estridente en la formación conservadora.
Marga Prohens y Álvaro Gijón se manifiestan con el fervor de líderes de un partido asambleario. Bienvenida sea la democracia interna al partido del ordeno y mando.
El punto de inflexión fue la consulta popular trucada de las terrazas del Born, donde la izquierda de Cort se refugió en un falso referéndum para incumplir su programa y ponerse al servicio del sector hostelero.
El PP lo hacía todo sin consultar, del Palma Arena a la Ópera, pasando por Son Espases, el Palacio de Congresos o el trilingüismo.
Ahora, el campeón del decreto ley exige consultas populares a la izquierda. Ya que se trata de Sa Feixina, promueve una repetición de los célebres referéndum franquistas, con más votos favorables que votantes. No estamos preparados para este grado de travestismo.
El mejor argumento contra las consultas populares en el PP es que José Ramón Bauzá salió de unas primarias abiertas. Necesitan ensayar más.




