‘Las Palomas no tiene quién la quiera’
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Algeciras
En el planeta de los toros de Algeciras, finalmente son tres los empresarios que han presentado una oferta para organizar los espectáculos taurinos de los próximos años: Carmelo García, José María Garzón y Alberto García.
Carmelo García es gestor desde hace varias temporadas de las plazas de Sanlúcar de Barrameda y Utrera. El ganadero sevillano José María Garzón ha sido empresario de varias plazas de Sevilla y Extremadura, además de apoderado del diestro mexicano Diego Silveti. Finalmente, Alberto García gestiona en la actualidad varios cosos, como Teruel, Segovia y Vistalegre en Madrid, donde este año ha recuperado la miniferia de invierno.
Sorprende que ninguna casa “grande” (léase los Lozano, Matilla, Pagés o Simón Casas) se haya interesado por la plaza de Las Palomas. Tampoco ninguno de los empresarios independientes que, desde hace algunos años, está destacando por su buena gestión en ferias de segunda categoría, como José Cutiño o la familia Zúñiga.
Sorpresa aún mayor tras la considerable rebaja del canon del coso algecireño, la interesante capacidad de la plaza (unos 11.000 espectadores), la buena fecha de nuestra feria (finales de junio) y la considerable afición a los toros en la provincia de Cádiz… ¿Sigue existiendo esa afición o la mala gestión durante los últimos años ha acabado con ella? ¿Por qué los empresarios ya no quieren hacerse cargo de Las Palomas?
Desde que los Lozano abandonaron el barco en 2009, la gente dejó de acudir a la feria. Carteles con escaso atractivo, ganaderías pobres de fuerza y emoción, y precios altos unidos a la crisis dieron la puntilla al aficionado de la comarca, como anteriormente había sucedido en El Puerto de Santa María. En cambio, en los mismos años, el cuidadoso trabajo de los gestores de Albacete o Gijón ha conseguido llenar los tendidos a pesar del bache económico. Eso demuestra la importancia del papel del empresario taurino, capaz de atraer al aficionado a sus plazas o de echarlo para siempre.
Espero que el futuro responsable de Las Palomas sepa devolver el atractivo a la feria de junio, porque las generaciones que conquiste hoy serán el público del mañana. Y, por el momento, sobre la afición de la comarca sobrevuela la sombra del desencanto