La ciudad en la que nadie es forastero

A Coruña

Después de los dos estimulantes partidos disputados en Riazor, la serie por el ascenso a la liga ACB que enfrenta a Leyma Básquet Coruña y Cafés Candelas Breogán viaja a Lugo completamente igualada. Allí, el equipo coruñés intentará sorprender al equipo lucense en al menos uno de los encuentros para que la eliminatoria regrese, de este modo, a Coruña, donde el germen del baloncesto tiene la oportunidad de asentarse y crecer pero que, en el hipotético caso de que el Leyma cayese eliminado (no habrá baloncesto hasta octubre), podría correr el riesgo de morir incluso antes de haber nacido.

IGUALDAD

Un partido para cada equipo, dos marcadores casi idénticos. Cada equipo esgrimió sus armas, bien diferentes, para opositar a la victoria. El equipo naranja impuso el poderío de su juego interior en el primer choque, el celeste la intensidad y el acierto exterior en el segundo. Tablas.

El viernes, los de Tito Díaz hicieron valer el factor cancha y se impusieron por 90 a 86, el domingo lo hicieron los de Quique Fraga por 85 a 90. En resumen, un solo punto de diferencia ha separado a ambos equipos después de ochenta minutos de juego. El próximo fin de semana la expectación estará por todo lo alto.

ESPECTÁCULO

No es usual que en un partido de playoffs se anoten muchos puntos. Suelen ser éstas, series rácanas en cuanto a producción ofensiva. Los nervios y la presión atenazan las muñecas, la táctica y la defensa se imponen a la frescura de los jugadores creativos y de ataque. Ahí tenemos la serie que enfrenta al Unión Financiera Baloncesto Oviedo con el Peñas Huesca, en la que se han anotado, por el momento, un total del 268 puntos, la que disputan el Club Melilla Baloncesto con el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, en la que ambos equipos han sumado únicamente 271 tantos, y eso que han disputado una prórroga (cinco minutos más de juego), o la del San Pablo Inmobiliaria Burgos y Ourense Provincia Termal, un poco más productiva, con 290 puntos.

Sin embargo, la serie que estamos viviendo más de cerca, la que disputan Leyma Básquet Coruña y Cafés Candelas Breogán rompe con esta tendencia, ya que se está caracterizando por los altos guarismos que refleja el marcador. En total, coruñeses y lucenses han sumado 351 puntos, 83 más que Oviedo y Huesca, 80 más que Melilla y Cáceres y 61 más que Burgos y Ourense.

El Leyma no ha encontrado (sobre todo en el segundo encuentro) el acierto de sus perimetrales y ha vivido de la aportación de sus pívots titulares (Beqa y Olmos han sumado más del 41% de los puntos del Leyma en los dos primeros partidos de la serie, aunque para ello han tenido que acudir a la línea de tiros libres hasta en 32 ocasiones, peaje que debe pagar un durísimo Cafés Candelas Breogán, sabedor del peligro de estos dos hombres), mientras que el equipo que dirige Quique Fraga responde desde la línea de tres puntos (curiosamente, los jugadores del Breogán han conseguido 24 triples, o sea, 72 puntos, los mismos que ha sumado la pareja interior del Básquet Coruña).

INDIVIDUALIDADES

Jeff Xavier en el primer partido y Osvaldas Matulionis en el segundo han dejado muestras de una calidad propia de jugadores de superior categoría. Sus exhibiciones han dejado boquiabiertos a muchos aficionados. El viernes, el caboverdiano se ganó el apodo de “el Curry de la LEB Oro” después de mostrar un manejo de balón hipnótico y anotar 30 puntos con algún triple realmente estratosférico (enchufó 7). El alero lituano, por su parte, después de un primer partido gris, reclamó el protagonismo en la cita del domingo y se erigió en líder absoluto del Cafés Candelas Breogán, guiando a los suyos hasta la victoria con 33 puntos y una impresionante serie de 8 de 12 en lanzamientos de tres puntos.

Además de Xavier y Matulionis, otros jugadores han dejado destellos de mucha calidad. Burjanadze y Olmos han sido una auténtica pesadilla para los interiores celestes, Monaghan y Peña han tenido fogonazos de superestrellas, Pep Ortega ha demostrado liderazgo y muchísimas tablas, Wright ha sido un muro en defensa y ha tenido tiempo de castigar la defensa de Olmos echando el balón al suelo y atacando con explosividad… Seguro que en los próximos encuentros otros jugadores su suman a la fiesta.

POLÉMICA

La polémica también ha tenido su espacio en los dos primeros partidos. La hinchada lucense se ha mostrado extremadamente sensible ante la labor arbitral, desde antes incluso del pitido inicial del partido del viernes. Cada vez que los colegiados señalaban (o dejaban de señalar) una infracción, recibían una sonora pitada de la grada celeste. Los aficionados del Breogán, desplazados en masa a la ciudad de cristal, han jugado su papel, el de animar a los suyos y presionar a los árbitros, algo lícito, aunque no siempre tuviesen razón.

Su técnico, Quique Fraga, también se lamentó de la labor arbitral al sentirse perjudicado, y esgrimió la estadística oficial del primer partido para quejarse amargamente. 28 faltas les habían señalado a sus chicos por sólo 20 de un Leyma al que no le pitaron ninguna infracción en los primeros diez minutos de la serie. Un dato objetivo, irrefutable. Pero fuera de contexto, el contexto de dos estilos de juego casi antagónicos.

Los celestes se quejan de que el Básquet Coruña haya lanzado 32 tiros libres más que ellos en este arranque de la serie pero ocultan que su equipo ha lanzado 12 lanzamientos de dos puntos y 17 triples más que el equipo coruñés. Y eso que los de Tito Díaz estan siendo superiores en el rebote (9 capturas más). ¿Qué significa esto? Pues que el Cafés Candelas Breogán ha tenido la posibilidad de sumar hasta 383 puntos, 43 más que un “beneficiado” Leyma Básquet Coruña (con un 100% de acierto en sus tiros, habría sumado 340).

En total, el Cafés Candelas Breogán ha cometido doce faltas más que el Leyma Básquet Coruña. Acertados o no, los colegiados han demostrado personalidad, no dejando que el ambiente les influyese demasiado y teniendo controlado el partido en todo momento. En el segundo choque señalaron sendas técnicas a ambos entrenadores debido a sus reiteradas protestas. Y bien pudieron pitar alguna más.

Pero entiendo que este juego dialéctico forma parte del deporte. Aunque desde fuera no nos guste, una eliminatoria como la que nos ocupa está llena de tensión, es fácil que se exalten los ánimos y que haya enfrentamientos, como el que presenciamos el pasado domingo entre Quique Fraga y el banquillo local.

Si ya en circunstancias normales el Pazo Provincial dos Deportes de Lugo suele ser una olla a presión, este fin de semana les espera un ambiente infernal a los árbitros y también a los técnicos y jugadores del Leyma Básquet Coruña. El incidente del himno (que todavía no se ha aclarado) ha añadido gasolina a una situación que de por sí ya resulta incendiaria.

DEPORTIVIDAD

A pesar de todo, hasta el momento, si algo ha caracterizado a estos duelos fratricidas entre dos equipos gallegos ha sido la deportividad y el buen ambiente que se ha vivido en las gradas y también fuera del pabellón, en las calles de la ciudad herculina. Creo que los visitantes lucenses han sido unos huéspedes modélicos, han sabido comportarse, ha habido hermanamiento entre ambas aficiones y pique sano. Pienso que han sido recibidos con los brazos abiertos, que la ciudad y la gente de Coruña ha hecho bueno el lema de aquella campaña: “A Coruña, la ciudad en la que nadie es forastero”. Como debe ser.