Un frente común para la defensa del carbón

Zaragoza

La suma a un frente común en defensa del carbón. Es lo que sindicatos y patronal solicitan al Gobierno de Aragón para evitar el cierre de las empresas mineras. Asturias y Castilla y León han mostrado ya su apoyo al sector, que exige medidas para incentivar el consumo de carbón autóctono.

En 2015, en España se consumieron 20 millones de toneladas de carbón. sólo 5 eran de producción nacional. Las perspectivas no son mejores en lo que llevamos de 2016. Óscar Lapastora, presidente de la patronal Carbounión, ha explicado que "el carbón que se ha producido en España en el primer trimestre, nos llevaría a que si esa fuera la proporción en el resto del año, estaríamos en torno a la mitad del año pasado, 1,5 millones de toneladas". 

 Lo que lleva a las empresas aragonesas a una situación complicada porque, a fecha de hoy "no conocen si van a poder vender en el mes de mayo a la térmica de Andorra o si no les van a coger carbón". Con este escenario, "es muy difícil desarrollar su actividad". 

En el resto del país no es mejor,  "donde hay empresas que están en liquidación o en ERE". Lapastora ha incidido en que "poco a poco, lo que venimos manifestando es que si no se toman medidas con carácter urgente, todas estas empresas irán entrando en procesos de liquidación" y se cerrarán definitivamente las explotaciones.

De ahí que patronal y sindicatos exija medidas al gobierno central. José Luis Villares, responsable estatal de Mineria en CCOO, ha remarcado que "aunque esté en funciones" el gobierno "debe buscar la medida política oportuna para consumir otros 2 millones de toneladas como mínimo para dar oxígeno y viabilidad a toda la minería del carbón hasta que haya un gobierno que pueda actuar". 

Este encuentro se produce cuando se sigue esperando que Bruselas autorice las ayudas para adaptar la térmica de Andorra a la normativa medioambiental. Europa rechazó los criterios que envió el Ministerio de Industria y recientemente redacto otra, que está pendiente de respuesta de la Unión Europea y de la Comisión de la Competencia.

Además, Endesa, propietaria de la Térmica de Andorra, tiene que invertir 200 millones de euros en la central para poder mantener su actividad, y está haciendo depender esa inversión del dinero de Europa.