"Cantabria exporta marihuana"

Laredo

Las características del terreno, su rentabilidad y la baja cuantía de las penas han acelerado la reconversión de los antiguos traficantes  que, hasta hace unos años, se dedicaban a vender cocaína o heroína en la zona oriental de Cantabria. La  Jefatura de Estupefacientes de la Policía Nacional del País Vasco, que colabora activamente en los operativos, asegura que "es una plaga".

El jefe de la Unidad, que prefiere permanecer en el anonimato, asegura que el 90% de la producción se exporta al norte de Europa, concretamente a Francia, al sur de España y a Marruecos. El modus operandi también ha cambiado y, desde hace unos años, los traficantes practican el trueque.

Las plantaciones son muy rentables y la producción se reparte para su exportación. Buena parte se exporta al norte de Europa y se intercambia por éxtasis. La producción restante termina en el sur de España o Marruecos que, a su vez, envía hachís a Cantabria. Es decir, las organizaciones ya no negocian con dinero directamente sino con el trueque.

Las penas, son relativamente bajas. Según apunta el responsable de la unidad, a los últimos dos detenidos, a los que se les han incautado más de 1.600 plantas en un chalé de Laredo, "no les caerá una pena superior a los tres años de cárcel". También tendrán que asumir una sanción cercana a los 30.000 euros por la energía eléctrica defraudada con el dispositivo utilizado para que crezca la cosecha. Los detenidos suelen ser subordinados de una organización más compleja que alquila chalés o terrenos rurales para cultivar la plantación.

El jefe de estupefacientes del País Vasco dice que el negocio "es muy rentable". La organización suele producir seis cosechas al año, a razón de 100 kilos por cosecha que genera un beneficio aproximado de 300.000 euros por cada una de ellas.

El 90% se exporta pero el porcentaje restante queda en Cantabria y los más jóvenes, subraya, se han convertido en el verdadero grupo de riesgo.