El Mallorca sigue jugando con fuego
Los bermellones dejan escapar otro partido en casa sin ganar. Los de Vázquez tuvieron dos ocasiones claras para ganar al Alavés y ahora tienen dos puntos sobre el descenso.

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Palma de Mallorca
El empate sin goles entre el Real Mallorca y el Deportivo Alavés alarga la sensación de agobio de los baleares, que desaprovechan otro partido como locales para marcar terreno con el descenso, y se ponen con dos puntos sobre el descenso a la espera de lo que haga este domingo la ponferradina. Eso sí, pase lo que pase, el conjunto bermellón cerrará la jornada fuera del descenso ya que le tiene ganado el golaveraje al Almería.
Si cierra los ojos durante cuarenta y cinco minutos y los abre después, si no se ha dormido, tendrá el resumen perfecto de la primera mitad del partido. Prescindible, sin lanzamientos a puerta, sin nada que aportar, más allá del trabajo físico y táctico, pero poco productivo para la grada. Sobran el resto de caracteres de este relato para resumir la primera mitad en la que ninguno de los dos equipos ofreció nada ofensivamente y todo se redujo a aguantar al rival y ser sólido en defensa.
El partido se activó en la segunda parte con un lanzamiento de falta magistral de Óscar Díaz que pegó en la cruceta. Fue la ocasión más clara junto a un cabezazo de Ortuño que salvó Pacheco bajo palos. Cambió la intensidad, el ritmo, las necesidades obligaron a dar un pase al frente y se abrió el encuentro pese a que no varió el marcador. El Alavés fue más incisivo y el Mallorca se cobijó en la propuesta de Fernando Vázquez de salir rápido al contragolpe. No había goles, pero la intención era muy diferente aunque ninguno fue capaz de marcar.




