La trama de la Policía Local controlaba una banda de rumanos y cobraba porcentaje de los robos
Testigos apuntan que un agente facilitaba información a la banda para que delinquieran
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Palma de Mallorca
La trama de presunta corrupción en la Policia Local de Palma continúa ofreciendo nuevos episodios de abuso policial. Varios testigos afirman que uno de los agentes encarcelados controlaba una banda de rumanos a los que ofrecía información para facilitar que cometieran delitos, cobrando a cambio en dinero de carteras robadas, cocaína o sexo gratis en clubes de alterne.
Así lo pone sobre la mesa el juez que instruye la causa, Manuel Penalva, quien reproduce parte del relato de los testigos en un auto en el que deniega la libertad a este policía. Afirman los testimonios que el agente avisaba a los delincuentes de la zonas en las que había una especial presencia policial y les identificaba a los policías que iban de paisano.
También intermediaba para quitarles las órdenes de búsqueda y captura, sobre todo cuando los delincuentes se querían trasladar a otra comunidad autónoma para continuar con los robos. Por esta información, cobraba una tasa de 50 euros e intermediaba para que quedaran en libertad si un compañero los detenía.
Los testigos apuntan que, a cambio de todo esto, el agente obtenía de ellos ropa de marca, alcohol, colonia, drogas, fiestas y parte del dinero robado de las carteras. Afirman que el policía entraba gratis en los clubes de alterne y consumía sin pagar porque se presentaba como policía local enseñando la placa.
Controlaba los clubes
Según el auto, el policía también obtenía un sobresueldo de sus actividades en clubes de alterne. Los testigos señalan que hacía vigilancia en los establecimientos, donde en la puerta controlaba lo recaudado en entradas para calcular el porcentaje que se llevaba.
Los relatos señalan que el agente decidió dedicarse tanto a los negocios con rumanos que incluso aprendió a dominar el idioma. Algo que también le valió para, según los testigos, amenazar a las chicas recién llegadas a España para someterlas y que ejercieran la prostitución en locales de alterne.
