Los terrenos de las ánforas de Tomares pertenecieron a la familia de Bécquer
La familia Becquer adquirió la propiedad del caserío en el siglo XVII. Los sucesores de esta familia no supieron cómo administrar los bienes y terminaron casi arruinados
Sevilla
Los terrenos donde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) acondiciona el nuevo parque metropolitano de El Zaudín, en Tomares, un lugar ya famoso a cuenta del hallazgo de 19 ánforas cargadas de monedas romanas siglo IV después de Cristo, pertenecieron hasta mediados del siglo XIX a la familia del insigne poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, según ha publicado en su perfil de Facebook el Archivo Histórico Provincial de Sevilla.
"El Zaudín Alto, hoy en el término municipal de Tomares. La familia Becquer, de origen flamenco, exportadores de lana por el puerto de Sevilla, adquirió la propiedad del caserío en el siglo XVII. En 1622 Miguel Bécquer fundó el Mayorazgo de la familia, en el que entre otras propiedades figuraba Zaudín Alto. Los sucesores de esta familia no supieron cómo administrar los bienes y terminaron casi arruinados, aunque el mayorazgo, y por lo tanto Zaudín Alto, perduró en la familia hasta mediados del siglo XIX", detalla el Archivo Histórico Provincial, precisando que "el poeta (Gustavo Adolfo Bécquer) ya no disfrutó" de la propiedad de estos suelos.
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Para sostener su anuncio, exhibe el Archivo Histórico Provincial un antiguo documento de 1720, que contiene "un pleito de la Real Audiencia entre miembros de la familia Bécquer" donde se menciona el "Zaudín Alto".
Entretanto, y como se ha informado, la delegación territorial de la Consejería de Cultura en Sevilla ha ordenado, mediante una reciente resolución recogida por Europa Press, la "inmediata suspensión" de las obras promovidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para el acondicionamiento del nuevo parque metropolitano de El Zaudín, en Tomares, a cuenta de este conocido hallazgo de 19 ánforas que contenían cerca de 600 kilogramos de monedas de bronce del siglo IV después de Cristo.
En ese sentido, las autoridades culturales consideran oportuna la necesidad de revisar el proyecto de obra en cuestión y su relación con las necesarias cautelas y protocolos arqueológicos.