Nieto regresa en el examen al fondo de armario del Hércules ante el Llosetense
Mir se plantea hacer hasta siete cambios con respecto al equipo titular que se enfrentó al Olot

Nieto regresará a los terrenos de juego en Lloseta / Hércules CF

Alicante
Se suele decir que un equipo grande se mide por su fondo de armario, por su capacidad para superar adversidades en forma de bajas sin que se advierta un cambio preocupante. Lo ha hecho el Hércules, sobre todo desde que se reforzó en el mercado invernal. Ha padecido bajas y los que han entrado han cumplido con creces. Ahora Vicente Mir le da una vuelta de tuerca.
Y es que a la vuelta de la esquina se otea el Playoff, ese momento que todos en el equipo, directiva y aficionados han estado esperando desde un maldito día en Cádiz. Y a ese momento quiere el capitán del barco llegar con todos. Así que dará descansos, más o menos justificados, a gran parte de su último equipo titular. Hasta siete. Buigues volverá bajo palos, Connor podrá jugar en su posición de lateral izquierdo y Yeray quizá actuar como central. Mariano tendrá su oportunidad, al igual que Gato y Connor. Todos ellos en busca de sentirse importantes y queridos por el míster.
Pero sobre todo vuelve Nieto. El puñal de la banda derecha durante la primera parte de la temporada que se ha pasado la segunda lesionado. Desde el primer día tuvo claro que quería llegar a la hora de la verdad en condiciones de competir, de ayudar y ser importante, como lo había sido antes de que su pie le traicionara. Él ha cumplido con su parte, trabajando duro y en silencio para llegar a este día como uno más. Y MIr, que sabe que le puede necesitar porque no abundan estos jugadores en la categoría, le dará minutos. Quizá en el campo más inapropiado, césped artificial y malo, pero es el único.
Ganar para el Hércules implica creer y obligar. Creer que algo mejor que la tercera plaza es posible y obligar a ganar a Reus y al menos empatar a Villarreal B. Los números dicen que es difícil, pero el fútbol siempre está abierto a escribir páginas novelescas, de heroicidad y drama. Perder, junto a una victoria del Lleida, sería un revés en toda a la autoestima, sobre todo de la masa social, y un sainete que capear. Una final, otra más, en la que sólo el empate te garantiza quedarte como estás. Pero soñar es gratis, y además, signo de ambición. No hay más.




