Los gestores del parque eólico Angostillos de Palencia infringieron varias normas de salud laboral
Así se refleja en la sentencia que recoge el acuerdo entre las partes que evitó la celebración del juicio
Palencia
Por si quedaba alguna duda, la sentencia por daños a las empleadas del parque eólico Angostillos, en Hornillos de Cerrato (Palencia) propiedad de Gamesa confirma el rosario de incumplimientos, de irregularidades y deficiencias que se cometieron y que infringieron la Normativa de Prevención de los Trabajadores. Esas negligencias que confirma la Juez del Juzgado de lo Penal de Palencia, perjudicaron la salud y dejaron secuelas a cinco trabajadoras.
En una resolución de 24 folios que ratifica el acuerdo alcanzado entre las partes, la juez da por probado que en el parque eólico se omitieron la adopción de diversas medidas de seguridad y salud lo que provocó que los trabajadores terminaran operando en condiciones inseguras para su salud.
La primera irreguliaridad estuvo en que no se realizó con carácter previo al inicio de los trabajos, la perceptiva evaluación higiénica de los riesgos y ello a pesar de la existencia de agentes químicos peligrosos en el lugar de trabajo.
La formación fue claramente insuficiente, según la juez, aunque los trabajadores firmaban haber recibido una charla de formación semanal que uno de los acusados debía impartir. Sin embargo, no se impartió en todas las ocasiones. Además, nunca hubo información sobre los riesgos derivados de los productos utilizados. De hecho, la información de riesgos fue igualmente insuficiente.
También es llamativo que aunque los trabajadores firmaron haber recibido equipos de protección individual, en un primer momento sólo recibieron pantalones, camisas, casco y guantes de tela. Luego recibieron más material, y mucho más tarde, al mes y medio de haberse iniciado los trabajos, recibieron las mascarillas con filtros para vapores orgánicos, si bien no hubo mascarillas para todos. Tampoco se les facilitó guantes de nitrilo, sino guantes de látez que se rompían con el contacto con las mezclas. Incluso, en ocasiones, los operarios llevaron guantes de casa.
No se entregó a los trabajadores las fichas de seguridad química de los productos y las etiquetas de esos productos estaban en alemán. Es más, se permitió que se trabajara sin las condiciones higiénicas correctas, pues las mezclas en una mesa de madera que carecía de cabina de aislamiento y de sistema de extracción de vapores.
El relato de las negligencias cometidas y que se recogen en la sentencia continúan con que la temperatura de la carpa era muy elevada lo que favorecía la emanación de vapores de toxicidad. Las actividades peligrosas se desarrollaban sin estar separados los trabajos en la carpa. Los cuatro acusados asumieron penas de siete meses y quince días de cárcel.