López Amaya pone en riesgo el ascenso directo

Pocas veces un árbitro ha tenido tanta trascendencia en el desarrollo de un partido. El colegiado se cargó un partido que el Real Zaragoza tenía controlado con un claro e incontestable 2-0. Dorca vio una inexistenete segunda tarjeta amarilla en el minuto 37, que dejó al Zaragoza con uno menos durante 58 minutos, contando los cinco de añadido. López Amaya lo expulsó por una mano involiutaria.

El 2-2 deja al Zaragoza, tocado en sus aspiraciones de ascender de forma directa a primera división. Pendiente de lo que hagan el resto de rivales, tendrá que ganar los cuatro partidos que faltan para contar con opiones de acabar en una de las dos primeras plazas.

El Zaragoza fue un ciclón en la primera mitad. Empujado por su afición acorraló al Numancia en su área. El primer gol llegó e una estrategia con una gran internada del central Rubén por la banda para dar el pase de la muerte a Ángel, que tan solo tuvo que empujar el balón. Con el equipo soriano noqueado llegó inmediatamente el segundo en un balón divididido y un remate de primera de Lanzarote. 'Golazo' del catalán.

Nadie podía pensar lo que se se le venía encima al Zaragoza. Una falta al bore del área supuso el gol del de Numancia por culpa de la barrera, que se abrió, golpeó en dos jugadores y se coló en la meta de Manu Herrera. Las desgracias nunca llegan solas. A ocho minutos del final de la primera parte, López Amaya enseñó la segunda amarilla a Dorca, inexistente por una mano sin intención alguna, que dejó al Zaragoza con diez. Increíble como se puede dejar a un equipo con uno menos por esa acción involutaria.

La segunda mitad fue un monólogo del Numancia con un Zaragoza encerrado en su campo y saliendo a la contra. Aguantó bien, pero no hasta el final porque Aquino, a falta de cuatro minutos, empató el choque en una acción de fortuna porque su diparo tocó en la bota de Isaac y desvió la trayectriadel balón. A la desesperada, Lanzarote, Culio y Dongou pudieron lograr un triunfo heroico, pero se les hizo de noche ante la meta de Munir.

Lapetra, carga contra el arbitraje

El presidente del Real Zaragoza estalló al final el partido y fue muy crítico con el colegiado López Amaya: "No nos podemos callar más, ha sido de vergüenza. Se nos han llevado dos puntos, nos jugamos mucho todos los equipos como para tolerar arbitrajes de este tipo. Llevamos toda la temporada callados, a pesar de tener arbitrajes dudosos".