Los blanquiazules hacen los deberes pero no les vale para ganar posiciones

Alicante

Hay estadios que parecen un día gris, frío y lluvioso. En definitiva, desagradables. Como el Municipal de Lloseta. Y ahí tenía que ganar el Hércules si quería seguir creyendo que podía ser segundo o, por qué no, primero. Y cumplió con su parte, pero Reus, que ganó, y Villarreal B, que empató, fastidiaron la ecucación del sueño.

No pasará a la historia del fútbol el partido, pero mostró de nuevo a un Hércules maduro y con pegada. Capaz de sufrir durante muchos minutos, tanto con el empate como con la ventaja de un gol, y sentenciar al final. Otro Hércules en definitiva. El rival se empleó a fondo en su despedida a la categoría de bronce y complicó la vida a un equipo que demostró que los menos habituales se apuntan a la guerra del ascenso.

En el primer acto los baleares estuvieron activos y rápidos. Sólo Gallar puso a prueba a Mingo, el portero local, que tuvo que lucirse para evitar el tanto del efervescente futbolista blanquiazul. El partido tenía poco ritmo y no demasiados sobresaltos. Si acaso el cambio de Atienza, que hizo saltar las alarmas pero luego se supo todo era precacución. Sin casi nada que destacar el partido se fue al descanso. El Hércules controlaba pero no golpeaba.

En la reanudación, los locales buscaron el gol e hicieron sufrir a los pupilos de Mir a balón parado. Pero todo quedaba en cortes de respiración para la parroquia blanquiazul. Pero el gol a veces guiña un ojo a quien menos se lo espera. Como Vivancos, que tras una pesadilla de varios meses logró su primer tanto con la elástica herculana y, sobre todo, daba a priori la tranquilidad de la victoria en ese momento.

Lejos de dejarse llevar, el Llosetense sacó orgullo para tratar de lograr el empate ante los alicantinos. Querían que la despedida ante su afición tuviera todos los honores. No aprovechó su momento álgido y al final fue Mainz, el killer del Hércules, el que mataba el partido ya en los minutos de descuento.

Los otros resultados no ayudaron a que el Hércules escalara posiciones y ahora serán Sevilla Atlético, Socuéllamos o Tudelano los que acompañarán en el bombo a los de Vicente Mir, que tendrán que jugar tres eliminatorias, y ganarlas, si quieren cerrar Hogueras con un ascenso.