¿Qué consecuencias económicas tendría el descenso del Albacete a Segunda B?

Albacete

Un hipotético descenso del Albacete Balompié a Segunda División B, que podría quedar materializado este fin de semana, traería consecuencias económicas para el club y también para la ciudad.

El descenso conlleva dejar de formar parte de la Liga de Fútbol Profesional y eso repercute sobre todo en el dinero que el club deja de percibir por los ingresos de televisión. Esta temporada el Albacete ha recibido casi 3 millones de euros de este concepto.

Con el descenso a la división de bronce del fútbol español, la cantidad de dinero que el club recibiría sería muy inferior, pues este año los equipos que han militado en Segunda B han recibido una cantidad que apenas supera los 25.000 euros como es el caso de la Roda o el Toledo aunque esta cantidad de dinero tiene que ser fijada con la televisión regional a lo largo de la temporada.

Uno de los pocos aspectos positivos que podría conllevar el descenso de categoría es que este año la Liga de Futbol Profesional ha modificado su sistema de ayudas economicas para los equipos que bajan tanto a Segunda como Segunda B y la cantidad que entrega a los conjuntos que pierden la categoría se ha ampliado de los 500.000 euros hasta el 1,2 millones de euros aunque la Liga exige para cobrar esta cantidad de dinero tener regularizada la situación con Hacienda o la Seguridad Social, entre otras administraciones.

Además de los derechos de televisión que son gran parte de los ingresos que el Alba puede generar habría también que sumar el dinero que dejaría de ingresar por quinielas, por tanto el cuadro manchego en Segunda B, solamente recibiría dinero por parte de las administraciones, patrocinadores y el dinero que recaudase en la campaña de abonos

Y lógicamente, un descenso de categoría también tendría consecuencias en sectores como por ejemplo el de la hostelería. Los hosteleros no se atreven a cuantificar esa pérdida económica, pero la gerente de la APEHT, Begoña Garijo, ha señalado que muchos de los aficionados que acuden a ver un partido de Segunda acostumbran a llegar a la ciudad el día de antes, lo que conlleva gastos de alojamiento y de restauración.

Aún así, recuerda que el perjuicio económico fue mayor cuando el Alba pasó de Primera División a Segunda.