Manoli González rige una gravera y parte del Círculo Empresarial Leonés

León

Una gravera es un yacimiento natural de pedazos de piedra, se puede asociar fácilmente con la dureza. Al frente de Graveras Las Omañas está Manoli González García que, sin embargo, emana emociones en cada gesto y en cada frase. Afirma que todo lo necesario para que funcione este negocio es calidad, garantía y seriedad.

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Nació en Benavides de Órbigo y no pensaba dedicarse a la actividad de los áridos y los hormigones, quería ser Policía Municipal, pero su padre, que inició su vida laboral cargando grava a pala en el rio Las Omañas, le ofreció continuar con la dirección de la empresa y aceptó. Cuenta con el apoyo de sus hermanos al frente de tareas relevantes de funcionamiento de la compañía, pero ella es la cara visible de un negocio eminentemente masculino. Forma parte de la directiva del Círculo Empresarial Leonés, también mayoritariamente varonil. Y pelea por mejorar la vida de su hijo autista, tarea eminentemente femenina.

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Desde su condición femínea, inusual en esta rama empresarial, Manoli González gestiona la dedicación de 13 trabajadores, que se amplían en épocas de mayor demanda, y el movimiento de una producción media de 250.000 toneladas año de derivados de la tierra. La trayectoria de Graveras Las Omañas, que nació como tal en Benavides de Órbigo en 1962, se mantiene y está asegurada, al igual que la continuidad de la familia de nuestra invitada hoy en La Realidad Paralela.

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Manoli González García, transmite optimismo ante cualquier circunstancia de la vida personal y profesional. La gerente de una PYME, primera mujer directiva del Círculo Empresarial Leonés, única vicepresidenta del CEL, madre atenta a las necesidades especiales de sus hijos, autora de las fotografías de esta crónica, o practicante de pilates, por citar una parte de sus múltiples actividades, también recibe cada día 24 horas, ni una más.

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