“Fabra dio la orden”

Valencia

Rafael Piqueras, exjefe de seguridad de Alberto Fabra, ha asegurado que fue el propio Fabra quien le ordenó realizar "gestiones" encaminadas a localizar al "topo" del Palau por razones de seguridad. Y que de ello estaba al tanto su jefe, el entonces comisario. Pero este, que ha declarado como testigo, ha afirmado que nunca dió importancia a aquellas gestiones y que en todo caso la Policía Autonómica no tiene competencias de investigación. Que si el asunto acabó en los tribunales fue, en buena parte, por el eco mediático que tuvo.

Piqueras ha asegurado que sus "gestiones" no llegaron a "investigación oficial" porque fue expedientado antes de poder hacerlo y después de que trascendiera ese interrogatorio, en sede policial, en el que habría coaccionado al entonces jefe de prensa del vicepresidente José Císcar. Coacciones que él niega, afirma que sólo le pidió ayuda para, siempre por razones de seguridad, para desenmascarar a quien filtraba información sensible, que suponía "una fractura del sistema de seguridad" e incluso "revelación de secretos".

Pero que todo se exageró y tergiversó porque el vicepresidente Císcar usó esa información y dijo al president Fabra que no saldría a la luz si le apoyaba en sus aspiraciones de optar a la Diputación de Alicante.

Sin entrar en esos pormenores, el exasesor de José Císcar ha mantenido en todo momento que fue coaccionado y amenazado. Que el acusado se extralimitó y llegó a acusarle directamente de ser el supuesto topo.

El resto de testigos, citados hoy a petición de la defensa del denunciante, han asegurado que el jefe de prensa de Císcar "no ha vuelto a ser el mismo" desde aquello.

Y José Císcar, a quien nadie ha preguntado por sus supuestas aspiraciones políticas y el uso que habría hecho, según el acusado, de este asunto para hacer daño al entonces president, ha explicado que su asesor le pidió que no se inmiscuyera, que quería llevarlo él personalmente y que se debatía entre la lógica de denunciar y la de no querer perjudicar a la institución que le pagaba un sueldo, por las consecuencias que eso pudiera tener en su futuro laboral. Que él se limitó a ponerlo en conocimiento del president y este ordenó abrir una investigación que apartó a Piqueras del Palau.

Piqueras se enfrenta a una multa de algo más de 4.500 euros y a unos 8.000 euros en indemnizaciones. El juicio se retomará el próximo día 25.