Los forenses dicen que los disparos al millonario británico fueron a gran distancia

Málaga

Los forenses descartan que los disparos que acabaron con la vida del millonario británico en Estepona se produjeran durante un forcejeo como mantiene la acusada.

Tres disparos, al menos dos de ellas en la cabeza, los tres realizados a una distancia superior a los 90 centímetros de la víctima, uno de ellos por la espalda y cuando Andrew Bush intentaba alcanzar la puerta de salida de la casa. Sin rastros de forcejeo, lucha o defensa en la víctima, al menos no de la entidad suficiente para provocarle lesiones. Es la conclusión de los dos médicos forenses que realizaron la autopsia a la víctima en abril de 2014. Un informe trufado de fotografías que se han expuesto al jurado y que la acusada no ha podido soportar y que ha recomendado su salida de la sala.

Una jornada en la que también ha declarado la único testigo presencial de los hechos, la compañera de la víctima que junto a él llegó a la casa de Estepona donde estaba su ex pareja y acusada, María Kukucova. La testigo ha asegurado que Andrew intentaba convencer a la acusada para que saliera de la casa y que, desde fuera, la testigo escuchó como discutían y tres fuertes golpes compatibles con los disparos.

Entretanto la defensa crea la duda en el jurado sobre si fue la acusada la autora del disparo mortal, si los anteriores no se produjeron en legítima defensa y la decisión de Kukucova de entregarse a la policía eslovaca para contar lo sucedido cuando aún ni se había dictado orden internacional de búsqueda contra ella. Una duda razonable de ida y vuelta.