¿Cómo sería el colegio sin exámenes?

Sevilla

Son las nueve de la mañana. En Raíces y Flores, en Almensilla, un grupo de niños de entre uno y dos años pide música a la educadora. La radio suena y bailan. Entretanto, en una estancia contigua, un pequeño descifra los misterios del cuerpo humano contando los huesos del esqueleto, dibujados en un mural. Muy cerca de allí, otra niña juega con letras de madera en una pizarra. Raíces y Flores es un Espacio de Educación Libre y Crianza en Comunidad para niños menores de seis años. Aquí la maestra no ordena, no impone horarios ni materias. Los niños eligen sus actividades en función de sus cualidades, intereses y desarrollo evolutivo. 

Aquí hay una educadora para cinco alumnos y todo está dispuesto para que los niños tengan a su alcance las herramientas que necesitan para el desarrollo psicomotriz, el aprendizaje del lenguaje, el avance en su autonomía personal o para dar rienda suelta a su creatividad. Raíces y Flores es una casa donde cada estancia está pensada para eso. El salón está acomodado con colchones como sala de juegos. Hay una habitación donde se puede pintar en las paredes, un jardín con plantas y gallinas y, en la cocina, vasos y platos de colores para que los propios niños los identifiquen y aprendan a ser autónomos. En Raíces y Flores la educadora observa a los niños y propone. Nunca impone. Son los niños quienes van decidiendo qué les interesa más en cada momento y con cada actividad que eligen van a aprendiendo,  siempre a su ritmo. Aquí no hay pruebas ni fichas convencionales, sino un informe periódico profundo, de ocho páginas, que refleja los avances de cada niño, previa observación diaria de sus logros.

Raíces y Flores es uno de los nueve espacios Educación Libre y Crianza en Comunidad para la etapa de cero a seis años que existen en Sevilla. El colectivo Educalibre, donde participan los promotores de estas iniciativas y varios docentes de la Facultad de Educación de la Universidad de Sevilla, entre otros, quiere poner en marcha un colegio que siga estas mismas directrices para niños desde 6 años. Un modelo de enseñanza alternativo a la escolarización tradicional, sin horarios estrictos ni currículos cerrados ni exámenes al uso, donde los niños pasen de etapa de forma natural, al ritmo que marca su propia evolución, respetando sus cualidades personales.

Según los promotores de Educalibre, hay unas 200 familias en Sevilla que apoyan la iniciativa. Entre ellas, casi sesenta que actualmente imparten la educación de sus hijos en casa, no los llevan al colegio.

El colectivo tiene definido ya el modelo pedagógico y busca edificio para poder poner en marcha a finales de año el nuevo centro. También trabajan para conseguir que Educación les homologue la iniciativa.

El modelo de Educación Libre está reconocido en países como Portugal, Bélgica, Francia o Reino Unido, aunque en España aún hay vacío legal al respecto.  Jorge Ruiz, docente de la Facultad de Educación de la Universidad de Sevilla y uno de los promotores de este modelo alternativo de enseñanza, explica que las experiencias que existen demuestran que estos niños son más autónomos, resolutivos y creativos y que tienen una mayor autoestima.