Ikea: tan simple y tan complicado
Lo simple solo triunfa a la hora de diseñar los muebles suecos; todo lo demás, lo han vuelto tan retorcido para ser a la vez, tan enriquecedor para unos pocos
La Columna de Carlos Arcaya | Ikea: tan simple y tan complicado | 01/06/2016
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Alicante
El dueño de Ikea, ese austero anciano sueco de 90 años al que le han construido una biografía tan austera y tan alejada de los excesos como cercana a la ropa de mercadillo o a los yogures a punto de caducar, aseguran que dijo que "la simplicidad y el sentido común deberían ser la base de la planificación y la dirección estratégica".
El bueno de Ingvar, que así se llama este hombre, no sé si entendería todo lo que se mueve alrededor de la llegada de otra más de sus sucursales a Alicante. O quizás, sí.
Al final, da la sensación de que lo de menos casi es la instalación de Ikea, lo importante es el proceso de llegada, es donde se construye el beneficio.
Lo simple solo triunfa a la hora de diseñar los muebles suecos; todo lo demás, lo han vuelto tan retorcido para ser a la vez, tan enriquecedor para unos pocos.
Todo es a la vez, como ven, simple y complicado.