Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast
Sociedad
CALLEJEANDO

Bomberos en la encrucijada

Sorprende que hasta 1979 no hubiese ninguna una calle en Valencia dedicada a un bombero

00:00:0000:06
Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Valencia

El cuerpo de bomberos, por lo que representa y por su icónica imagen de héroes apaga fuegos, es una institución muy querida en Valencia, la ciudad del fuego por excelencia. No hay que olvidar, que su presencia en la cabalgata de Reyes, por ejemplo, es cita ineludible para regocijo de niños y no tan niños. Y ni que decir tiene la labor encomiable que ejercen cada 19 de marzo durante la mítica noche de la cremà.

Por ello, sorprende que hasta 1979 no hubiese ninguna una calle en Valencia dedicada a un bombero. Fue entonces, cuando el recién estrenado consistorio democrático, a petición del sindicato de Bomberos, decidió rotular, por primera vez,  una calle con el nombre de un bombero: Ramón Duart, considerado el primero que falleció en Valencia en acto de servicio. La calle seleccionada para homenajear al bombero, además, tendría el valor simbólico de ser la situada en frente del nuevo Parque Central de Bomberos de Valencia, en el entonces incipiente polígono de la Fuente de San Luis.

En sus casi 160 años de historia, el Cuerpo de Bomberos de Valencia  ha estado presente en todas las catástrofes que han consternado a la sociedad valenciana desde el siglo XIX hasta nuestros días. Del incendio del Palacio de Mossen Sorell en 1878, pasando por el de la Universidad en 1932, hasta la riada del 57 o el devastador incendio del Saler 1986. Muchos de estos desastres, a pesar del tiempo, siguen dando mucho que hablar, por los enigmas que todavía encierran o por lo que todavía representa en el imaginario colectivo del pueblo valenciano. Pero de todos los siniestros ocurridos en nuestra ciudad en los últimos 100 años, hay uno, que por el contexto en el que ocurrió, por las implicaciones que tuvo y, sobre todo, por el uso político que se le dio, sigue haciendo correr ríos de tinta. Y no es otro que los hechos ocurridos el 21 de julio de 1936 en la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

 EL SAQUEO DE LA CAPILLA DE LA VIRGEN

Los hechos acaecidos el 21 de julio de 1936 en Valencia,  tres días después de la sublevación militar que originó la Guerra Civil, han sido contados y escritos por activa y por pasiva, sin que todavía quede claro quiénes fueron sus verdaderos y fieles protagonistas.  

Como saben y en resumidas cuentas, aquel día y después de hacer lo mismo los días anteriores en otras iglesias como los Santos Juanes y el Convento de los Dominicos, una turba se dirigió a la Basílica con la misma intención que en aquellas, quemarla y saquearla.  El objetivo de los asaltantes se cumplió a medias, pero la imagen de la Virgen, profanada, consiguió salvarse de la quema y fue trasladada al Ayuntamiento, donde escondida, permaneció toda la contienda hasta la entrada de las tropas franquistas en Valencia en 1939.    

De los asaltantes no hay dudas que se trataba de un grupo de anarquistas, imbuidos por la corriente iconoclasta que asolaba la ciudad. También se tiene constancia que un grupo de dirigentes y partidarios republicanos encabezados por el alcalde Cano Coloma junto a personalidades como el rector de la Universidad Juan Peset Aleixandre, el Arquitecto Mayor Javier Goerlich y el profesor Eladio García mediaron para atemperar los ánimos y para impedir el saqueo y quema de la basílica. Pero donde existe un baile de nombres mayor es a la hora de concretar cuantos, quienes y con qué cuota de protagonismo actuaron los cuerpos de bomberos, policía y civiles particulares en la extinción del fuego y salvamento de la virgen. No hay que olvidar, que mucha gente, ciudadanos de a pie y funcionarios,  utilizaron como salvoconducto o atenuante, el hecho de haber rescatado a la virgen cuando el régimen franquista comenzó con las depuraciones en 1939. Cualquier escusa era buena para evitar el exilio, la prisión y en muchos casos, la muerte.

RAMÓN DUART Y EL INCENDIO DE LA CALLE SEVILLA

Volviendo a Ramón Duart, único bombero de nuestro nomenclátor en la actualidad, hay que decir que murió en un incendio ocurrido en 1934 en la calle Sevilla y que la rotulación de una calle con su nombre, no solo es un homenaje a su persona, sino que  representa a todos los bomberos que han dado su vida  por la de sus conciudadanos y han luchado por la salvaguardia de Valencia y su patrimonio.

Ramón apenas llevaba 8 meses en el Cuerpo de Bomberos cuando perdió la vida en aquel incendio, que a la vista de las crónicas, estaba más que anunciado. El siniestro ocurrió un 23 de agosto de 1934 cuando la fábrica de abanicos de Arturo Carbonell, sita entonces en la calle Sevilla nº 8 (en la actualidad la familia Carbonell continua con el negocio de abanicos en la calle Castellón, 21) empezó arder. Desde el primer momento se vio que el incendio era de unas dimensiones inusitadas, ya que además de la fábrica de abanicos, estaba afectando a una papelera contigua y a un depósito de bidones de aceite lubricante y gasolina, como si de una broma macabra se tratase.

    Seguramente la inexperiencia de Ramón le hizo separarse del grupo y tomar el camino equivocado. Sus compañeros no se percataron de su ausencia hasta que se toparon con una bota entre los escombros, que indudablemente pertenecía a un bombero. Allí, entre escombros y calcinado encontraron el cuerpo de Ramón Duart, el primer bombero muerto en acto de servicio en Valencia. Hoy, la calle que  enfrenta al Parque Central de Bomberos de Valencia lleva su nombre, en homenaje a Ramón y a todos los bomberos que han dado su vida por la nuestra y por la de nuestro patrimonio.

Puedes leer el artículo completo en: http://valentinatopofilia.wordpress.com/ 

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir