Segundo asalto

Valencia

Los dos entrenadores coincidieron en que el papel de Felipe Reyes en el inicio del último cuarto fue clave para que el Real Madrid se escapase definitivamente en el marcador. Yo añadiría también la aparición en escena del jugador más determinante de la liga española de los últimos años como es Sergio Llull. Entre ambos fueron tejiendo una diferencia que pasó de los cinco puntos de ventaja que eran los que tenía el equipo de Pablo Laso a la conclusión del tercer cuarto y los 25 con los que terminó el partido.

Y es que el parcial de ese último periodo fue de 35-15 para el Real Madrid. 20 puntos de diferencia en tan solo diez minutos, que realmente fueron menos porque del minuto 30 al 34 el partido ya se había roto completamente, fueron una losa completamente letal. Y es que sí, Reyes y Llull fueron claves, pero mirando hacia los de naranja, la desconexión del equipo en esos minutos fue alarmante. Valencia Basket desapareció por completo. Dejo de existir. Y se acabó. Y eso que el equipo había llegado vivo a ese último periodo pese a arrastrar durante todo el choque otra losa muy pesada, la de su paupérrimo porcentaje en el lanzamiento de tres puntos.

La estadística en esa faceta es para llorar. Un equipo como Valencia Basket, que cimenta buena parte de su potencial ofensivo en el acierto en el tiro exterior, hizo un 2 de 22 en triples, un 9%. Tan triste como real. Y la mayor parte de los lanzados fueron en el segundo cuarto; 0 de 14 en esos diez minutos. Pero aún así, el equipo estaba en el partido. Su buena defensa hacía que las diferencias fueran exiguas. De hecho, se marchó con ventaja de cinco puntos al final del primer cuarto, con desventaja de cinco al descanso y con esa misma diferencia en contra a la conclusión del tercero. Pero ahí llegaron los factores anteriormente mencionados: la desconexión naranja, Felipe Reyes y Sergio Llull.  

Así que mal empezamos, pero esto es muy largo y perder, aunque sea de paliza, el primer partido de una serie al mejor de cinco no significa perder todas las opciones de superar la eliminatoria. Hay que ganar tres para llegar a la final y sigue habiendo partidos por delante para conseguirlo. El siguiente, de nuevo en el Barclaycard Center el sábado también a las nueve de la noche.