‘Un eterno problema en La Línea’
La Relación de Puestos de Trabajo en el Ayuntamiento de La Línea, un eterno problema, nos cuenta Eva Reyes.

Firma Eva Reyes, 'Un eterno problema en La Línea'
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La Línea de la Concepción
El alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco, presentó la semana pasada el documento de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), un informe sobre la actual estructura del personal del Ayuntamiento que el primer edil del partido localista La Línea 100x100 calificó de exhaustivo, serio y objetivo.
Este documento, que deberá ser ahora objeto de negociación con los sindicatos, consta de unas 1.500 páginas que, al parecer, establecen una memoria y análisis del municipio, la organización actual, los problemas técnicos que se han detectado y una estructura más eficaz de cara al ciudadano. Al mismo tiempo, el informe determina las funciones de los puestos de trabajo, su actividad, valoración, nuevas denominaciones y creación de nuevos.
Cuesta creer que a estas alturas el Ayuntamiento de La Línea siga sin contar con una Relación de Puestos de Trabajo bien hecha y que de verdad establezca con criterio objetivo la valoración y retribución salarial de cada puesto de trabajo. Y cuesta creerlo porque poco a poco se van conociendo algunos datos y éstos determinan que, al igual que hasta ahora, el Ayuntamiento de La Línea no ha sido capaz de arreglar el desaguisado que durante años se cocinó en esta administración pública en materia de personal. Trabajos menores excesivamente remunerados, trabajos cualificados, sí, pero con salarios insultantes, peligrosidad y toxicidad reconocidas para unos empleados y otros no…
Otra prueba de ello es que según los últimos datos aportados por el alcalde linense, la plantilla del Consistorio que preside ha pasado de los mil trabajadores con los que contaba hace unos años a los algo menos de 700 de los que dispone en la actualidad. Es decir, que los problemas de sobredimensión de la plantilla sí habrían sido de alguna manera paliados. Sin embargo, la prestación de servicios públicos en el municipio de La Línea por parte del Ayuntamiento sigue siendo extremadamente deficiente, lo que significa que el recorte de personal público que según el primer edil se habría producido en los últimos años no se habría hecho teniendo en cuenta las necesidades de la ciudad y sus habitantes. Hablando mal y pronto, hay pocos indios.
Y si, tal y como dice el alcalde, el problema es que la plantilla está mal organizada, tampoco se explica que el equipo de gobierno actual no haya sido capaz hasta la fecha de acabar con ese caos de desorganización.
Es más factible creer que el Ayuntamiento de La Línea, que no puede contratar a ningún trabajador, además de no contar con una buena organización, no dispone de una plantilla adecuada para prestar a los ciudadanos aquellos servicios que son más vitales. Prueba de ello es que, según el equipo de gobierno, sólo hay dos operarios para los 14 kilómetros de playa con los que cuenta el municipio.
Y ello sin olvidar las numerosas bajas que, también según el alcalde, padece el Ayuntamiento. Se ve que a algunos y a algunas la vocación de servicio público sólo les inspiraba si el salario y los complementos eran estratosféricos.




