Condenado a año y medio de prisión por quedarse el dinero de Rumbo a la Esperanza en 2011

Alcalá de Henares

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un año y medio de cárcel al extrabajador municipal del Ayuntamiento de Alcalá de Henares que, en 2011, se quedó con la recaudación del festival solidario Rumbo a la Esperanza. El propio acusado aceptó la condena propuesta por el ministerio fiscal por dos delitos de apropiación indebida y falsedad documental.

Por el primero de ellos, el juez le condena a un año de cárcel y seis meses de multa que se eleva a cerca de 550 euros; la misma multa económica por el delito de falsedad documental, por el que también es condenado a seis meses de cárcel. El, entonces, técnico del área de festejos eludirá la prisión al carecer de antecedentes y ser la pena inferior a dos años.

En su escrito, el juez considera probado que el acusado facilitó su cuenta bancaria personal para que la empresa Ticketmaster ingresase en ella el dinero procedente de la venta de entradas. Además, se hizo con la recaudación por venta anticipada tanto en tiendas como en taquilla e incluso por la venta de camisetas. En total, 6.632 euros tal y como consta en un recibo en el que, según la sentencia, el trabajador "plasmó la firma de Iván sin que este hubiese intervenido". En concreto, falsificó la firma del chico que organizó el evento, Iván Álvarez,escaneando la de un recibo anterior.

"Ricardo Rubio, concejal de UPyD se puso en contacto conmigo porque había llegado al Ayuntamiento un recibí firmado por el que se me habría entregado toda la recaudación en metálico. De los cuatro recibís que había, dos tenían mi firma idéntica. Entonces pensé que había gato encerrado", indica Álvarez.

"En mi casa se llegaron a presentar dos agentes de policía asegurándome que tenía 48 horas para devolver el dinero de la recaudación. Yo dije que no podía entregarlo porque no me lo había quedado", añade.

Una investigación del grupo municipal de UPyD puso los hechos en conocimiento del perjudicado y el caso derivó en una comisión de investigación y en el cese del acusado que, destapado lo ocurrido, reingresó en una cuenta del ayuntamiento tanto el importe de la recaudación como los intereses; algo más de 7.500 euros que, después, el consistorio entregó a la embajada de Haití en abril de 2014.