La jugadora de póquer
El perfil del lenguaje no verbal de la candidata de Ciudadanos Irene Rivera

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Málaga
Vestido azul, zapatillas de verano a juego, bolso blanco, discreta en adornos, ni collares ni anillos, apenas dos pulseras en la muñeca derecha: una personal, la otra naranja corporativa.
Al principio de esta entrevista las gafas de sol recogían su pelo rubio. Ordenada: de derecha a izquierda el bolígrafo, teléfono, apuntes y cuartillas. Tiene costumbre de crear su arco de seguridad cruzando los brazos delante del cuerpo sujetando los codos con las manos. Cuando los libera y se relaja, apoya la barbilla en la mano izquierda y pierde la vista en el infinito para recuperarla y mirar a los contertulios a los ojos mientras expone los argumentos que ha encontrado en la mirada perdida.
Nada vehemente; apneas mueve las manos cuando habla, juguetea con el pulsador del bolígrafo para descargar nervios… a lo más que ha llegado para significar su exposición han sido un par de golpes, apenas audibles, en la mesa con el dorso de la mano derecha. Ni en las preguntas más espinosas ha perdido la compostura: no me jugaría nada en una partida de póquer con esta rival.
Espera lo mejor y se prepara para lo peor porque, a pesar del volumen de apuntes, no ha echado mano de ellos en ningún momento. Y, por cierto, Irene Rivera sonríe más de lo que os micrófonos dejan entrever.




