Karibu acusa al CIE de Aluche de ignorar peticiones de asilo

Madrid

La asociación Karibu ha emitido un informe sobre el polémico CIE de Aluche en el año 2015: un escrito al que ha tenido acceso la SER y que se basa en los 173 casos de inmigrantes de origen subsahariano a los que han acompañado. Datos recopilados por la propia asociación ante la "opacidad" de estos centros que denuncia el informe. 

Una de las conclusiones a las que llega esta asociación - que celebra su vigésimo quinto cumpleaños - es que el CIE de Aluche no es eficaz ni siquiera para su objetivo original: expulsar inmigrantes en situación irregular. Según los datos que han recopilado a lo largo de 2015, hasta el 82% de las personas que atendieron fueron puestas en libertad, mientras que sólo el 17% fueron expulsadas. "Estas cifras demuestran de manera inequívoca la ineficacia del internamiento para el único propósito reconocido por la Ley de Extranjería, que es la expulsión efectiva de las personas a sus países de origen", reza el informe.

Apuntando entre otros factores al descuido de internos en situación de vulnerabilidadcomo por ejemplo menores o personas con enfermedades crónicas, Karibu destaca que los internos subsaharianos se encuentran con "muchas dificultades" a la hora de solicitar asilo en nuestro país. Sólo 3 de los 48 casos que han conocido han sido admitidos a trámite, denunciando la gran cantidad que se quedan directamente sin tramitar. "Cuando las ONG hemos pedido ante la dirección del CIE una explicación a esta situación, la respuesta siempre ha sido que la persona no ha depositado la solicitud en el buzón”, explican.

Un CIE polémico

El Centro de Internamiento de Extranjeros ubicado en el madrileño barrio de Aluche ha estado en el centro de la polémica en los últimos dos años, después de que varias resoluciones judiciales hayan puesto de manifiesto las carencias en este recinto. 

A finales de 2014, por ejemplo, el juzgado número 6 de Plaza de Castilla reprochó al CIE no haber entregado máscaras a los internos - como sí hizo con los trabajadores - en plena crisis del ébola, acusando al CIE de "atacar la dignidad" de los internos. En otra ocasión, otro juzgado tuvo que recordar al director del centro su obligación de notificar la expulsión con al menos 12 horas de antelación.