La confesión de Ortiz, el ‘rey emérito’ de Alicante
"Fue un error. Nunca se debió hacer pero se hizo. Me equivoqué y aprovecho el momento para pedir perdón públicamente"
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Alicante
Hemos pasado del “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” al “Fue un error. Nunca se debió hacer pero se hizo. Me equivoqué y aprovecho el momento para pedir perdón públicamente”.
Podrán pensar que -entonces- el rey emérito, Juan Carlos, y -ahora- el rey emérito de Alicante, Enrique Ortiz -perdón, me he dejado llevar-, al menos han pedido disculpas.
Es mucho peor lo de Álvaro Pérez, que lejos de arrepentirse de apoderarse ilícitamente -siempre supuestamente- de dinero público se cabreaba porque le piden una pena de prisión que no se la reclaman ni a quien se cepilló las Torres Gemelas -dijo textualmente-.
Lo cierto es que la confesión de Ortiz en les Corts no deja de ser tan ligera como aparente su contrición. Al ex jefe del Estado, los errores le costaron el puesto y está por ver qué le cuestan a Ortiz.
Y ese es el problema. Por salud pública y necesidad de ejemplaridad, debe haber una proporcionalidad entre los hechos, las culpas, las confesiones y las condenas.