Los permisos a los refugiados y los corazones duros
A Coruña
En el Día Internacional de las personas refugiadas, que celebramos hoy, seguimos renegando de la Europa de la vergüenza y 36 ciudadanos con esa condición que residen en A Coruña van a ser recibidos en María Pita. Cientos de personas participaban ayer en la Marcha da Rede galega en Apoio as Persoas Refuxiadas en un lugar del mundo donde todo está preparado para recibirles y los permisos están congelados en un limbo jurídico impenetrable. Las ciudades refugio, como A Coruña, buscan maneras para traerles, recovecos en base a necesidades imprescindibles. El gobierno de la Marea Atlántica ha solicitado al Ministerio del Interior un visado humanitario para poder acoger a una familia de origen kurdo que malvive en el campamento de refugiados griego de Katsikas. Sus dos hijos, dos menores de 8 y 10 años, Mudafar y Ahmed, corren el riesgo de morir debido a una desnutrición severa, un defecto congénito en el metabolismo y una microcefalia. Los bomberos de A Coruña y comarca, unidos en la ONG "Aire", han iniciado una recogida de firmas para exigir el permiso del Ministerio del Interior bajo el lema "Ni un minuto más". Alertan de la situación infrahumana en la que viven unos 360 niños en este campo de refugiados. Durmiendo sobre piedras, en verdaderos campos de concentración. Todo está preparado en el Hospital A Coruña para operarles, una casa les espera. Ni alegando a necesidades urgentes de salud y pura humanidad se agilizan esos permisos encerrados en los corazones duros.
Manifestación en A Coruña.
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