Una trampa y una condena al silencio
El escritor Sergio del Molino acaba de publicar el ensayo "La España vacía: Viaje por un país que nunca fue", donde analiza el éxodo del mundo rural desde los años 50 y sus consecuencias, entre ellas, en las elecciones
Zaragoza
El sistema electoral es una trampa y condena al silencio a la España vacía. El escritor Sergio del Molino ha pasado este lunes por los micrófonos de La Rebotica, donde ha analizado cómo la circunscripción provincial parece que da más peso a la España rural cuando en realidad esconde una estrategia contra las minorías y para seguir amparando a los partidos mayoritarios.
Del Molino acaba de publicar el ensayo "La España vacía: Viaje por un país que nunca fue", donde aborda esa otra realidad de la que tantos formamos parte en Aragón. "Casi la mitad, en torno al 40% de los votos de estas provincias, como Soria o Teruel, no obtuvieron escaño", es decir, "cuatro de cada diez turolenses que votaron, su voto no obtuvo representación".
Es la gran contradicción del sistema. Las provincias pequeñas acaban sobrerrepresentadas en número de diputados, pero no todos las opciones tienen las mismas posibilidades. El sistema premia siempre a los mismos y condena al silencio al resto. "No hay una brecha entre la España rural y la España urbana pero lo que se produce es un sesgo que silencia a los votos de los partidos más minoritarios, los que no son PP y PSOE, que son los únicos que obtienen representación y fundamentalmente el PP, que es el que obtiene representación".
Y esa sobrerrepresentación, que hace que cueste hasta seis veces más sacar un diputado en zonas más pobladas que en esa España vacía, no sirve sin embargo para que estos territorios tengan más voz en el Congreso. El sistema provoca contradicciones difíciles de resolver, "y si se resuelve, siempre es a favor del partido y son partidos muy jerarquizados y no tenemos tradición de voto disidente en el parlamento".
Si se cumplen las encuestas, por primera vez podría ocurrir que los partidos emergentes rompieran el bipartidismo en lugares como Teruel. Sin embargo, asegura este escritor, surgirá un nuevo bipartidismo que sustituirá al otro. Nadie quiere cambiar lo que le funciona.