Mallorca no es lugar para rallies
No caben, simplemente. Hasta el Rey se iba a otro país cuando le daba por cazar elefantes. No se le ocurría soltar una docena de paquidermos por la Tramuntana.

'La línea roja' de Matías Vallés (21/06/16)
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Palma de Mallorca
Lamento confirmarles que vivo desconectado de la Mallorca que me rodea, lo cual me desautoriza probablemente para firmar estos comentarios.
Aquí viene la demostración. Cuando las portadas destacan que cuatro espectadores han sido arrollados de gravedad en un rally automovilístico, mi sorpresa es que en Mallorca quede espacio para coches desbocados.
Pies amputados, lesiones medulares, dos mallorquines en la UCI. La responsabilidad se descarga como de costumbre en los espectadores, cuando cuestiona en realidad la competición automovilística.
Mallorca no es lugar para rallies. No caben, simplemente. Hasta el Rey se iba a otro país cuando le daba por cazar elefantes. No se le ocurría soltar una docena de paquidermos por la Tramuntana.
La curva en que se produjo el arrollamiento ya fue testigo de una víctima mortal hace dos décadas. En aquellos momentos, Mallorca tenía trescientos mil habitantes y decenas de miles de turistas menos que ahora mismo.
Pretender que la ocupación imparable del territorio es compatible con competiciones automovilísticas exige un optimismo que cuesta compartir.
Esta emisora se ha distinguido por sus campañas en defensa de la montaña mallorquina, un paraje que debería restringirse a los placeres de la contemplación y no de la competición. A toda lentitud.




