Fabero declara la guerra a las cacas de perro
Y lo hace con una Ordenanza Cívica que, de paso, regula todo tipo de comportamientos que afean la zona urbana

Multa para el que no recoja los excrementos / Getty Images

Ponferrada
Se trata de la Ordenanza Cívica que entrará en vigor en el mes de julio y en la que se establecen las obligaciones de los vecinos con respecto al aseo de las calles y espacios públicos, unas instrucciones cuyo incumplimiento se penaliza con multas de entre 150 y 900 euros. No se podrán arrojar desperdicios a la calle, se prohíben las pintadas, lavar los coches en la vía pública, orinar en la calle, sacudir las alfombras hacia la acera, el reparto descuidado de panfletos publicitarios y, en fin, todas aquellas conductas que vayan contra el decoro de la localidad. La alcaldesa reconoce, no obstante, que el principal objetivo de esta ordenanza es acabar con los excrementos de perro en las calles, un problema generalizado que ha despertado frecuentes conflictos entre vecinos. Antes de aplicar las multas de forma implacable, habrá un periodo de gracia durante el que se establecerán campañas de concienciación, explicó la regidora, Mari Paz Martínez Ramón
La alcaldesa recuerda que los espacios públicos son de todos, por lo que nadie debe permitirse ensuciarlos con actitudes como tender la ropa hacia la calle o dejar la basura fuera de los contenedores.
La acumulación de infracciónes graves supondrá una multa máxima de 3.000 euros. La Policía Local se ocupará de la vigilancia, aunque la alcaldesa pedirá la colaboración de la Subdelegación del Gobierno para que la Guardia Civil también pueda tramitar estas multas

Fernando Tascón
Comenzó en el año 1985 en Radio Cadena Española en Ponferrada, que se convirtió al poco tiempo en Radio...




