‘Aciertos y desaciertos de la feria taurina de Algeciras’
La periodista señala 'algunos aciertos y bastantes desaciertos' en la pasada feria taurina de Algeciras.
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Algeciras
Ha concluido la primera feria taurina organizada por la empresa Lances de Futuro en la plaza de Algeciras. Una feria con algunos aciertos y bastantes desaciertos, que aprueba por los pelos, y cuyo balance habrá que mejorar la próxima temporada.
Entre los aciertos, contratar a toreros jóvenes como López Simón o David Galván quienes, a la postre, han resultado triunfadores del ciclo; el primero con dos orejas y el segundo con cuatro orejas y rabo. Los nuevos vienen con hambre y arrean tanto o más que las figuras, con la ventaja añadida que su caché es mucho más barato.
Otro acierto: la política de fomento que la empresa ha llevado a cabo entre los negocios locales, invitando a los toreros a promocionar la feria. Inteligente campaña de comunicación y publicidad la llevada a cabo por José María Garzón.
Y, entre las indulgencias, el poco tiempo que Lances de Futuro ha tenido para organizar el ciclo, pues la concesión de la plaza se produjo al borde de los tres avisos.
Suspenso rotundo, sin embargo, a la hora de elegir ganado; y esto era la crónica de una muerte anunciada. Nada de lo que sorprenderse: toros terciados, varios inválidos, mansos y descastados en general. Por no hablar del tercio de varas, que se ha simulado durante toda la feria, tanto en la corrida de La Palmosilla como en la de Núñez de Tarifa. Sólo hubo un toro, noble y con mayor acometividad, bien hecho, premiado con la vuelta al ruedo, perteneciente a la ganadería que antes se llamaba Benjumea.
Esto de Núñez de Tarifa –o Benjumea- es la marca blanca de Núñez del Cuvillo. Porque aunque José María Garzón habla con frecuencia de la relevancia de la feria de Algeciras en el orbe taurino, a la postre, compra ganado de “serie B”, es decir, una filial de Cuvillo y así pasa lo que pasa. Asignatura pendiente, pues, para el próximo curso. Y es de las troncales.
El otro asunto a mejorar: el precio de las entradas. Que un tendido de sombra cueste 60 euros es mucho arroz para tan poco pollo. Es decir, que la marca blanca no puede salir por un ojo de la cara, porque la gente siente que la están timando. Y, por supuesto, hay que recuperar la novillada con picadores.
Hasta el año que viene, felicidades al triunfador, David Galván.