La LFP pone el freno
El organismo dirigido por Javier Tebas evita que se dispare el gasto en fichajes.

El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas / Jesus Diges (EFE)

A Coruña
La temporada que está a punto de comenzar, oficialmente lo hace el 1 de julio, llega precedida por la fama de ser la campaña en la que el maná del dinero vuelve a caer del cielo. Los clubes de fútbol se frotaban las manos ante la firma de un nuevo contrato de televisión que supondría tener una mayor liquidez para afrontar los fichajes. Y cierto es, hay más dinero, pero en absoluto las cantidades dedicadas a confeccionar las plantillas han aumentado en la misma proporción que dicho contrato de venta de derechos televisivos. La LFP ha decidido poner el freno de mano para evitar que el fútbol se convierta en una barra libre en la que las deudas se disparen de nuevo.
Bajo esa premisa, la patronal del fútbol ha repartido a los clubes un esbozo de las cantidades que podrán disponer para formar sus plantillas. Efectivamente, las cantidades han aumentado al respecto de la pasada temporada, pero en absoluto en la proporción esperada. La LFP teme que el hecho de disponer de dinero fresco pueda inflacionar el mercado, disparando los gastos e inflando los precios. Por eso el organismo presidido por Javier Tebas se ha mostrado reticente a "abrir la mano" para permitir que el mercado galope sin freno. Los clubes tienen más dinero a su disposición, pero de esas cantidades la LFP reserva una cantidad para que los clubes saneen sus balances, acometan obras de reforma o similares.
De este modo se explica que, pese a las cifras manejadas de inicio, el tope salarial del Deportivo oscile entre los 22-24 millones de euros. Una cantidad que parece pequeña si se pone en relación a los 44 que recibirán los coruñeses con el nuevo reparto, aunque de ahí habrá que descontar las cantidades pactadas con Hacienda en el acuerdo firmado para el pago de la deuda. El 25% que exceda los 25 que cobraba anteriormente el club, será para la AEAT. Y obviamente habrá que descontar también las cantidades ya pactadas en el calendario de pagos. Si a eso se le une la política de LFP de evitar que el dinero fluya en el mercado y las reticencias indicadas para aumentar los límites salariales, el resultado son los 22-24 millones con los que trabaja la dirección deportiva.




