El castigo de Armengol
Puestos a localizar "votos de castigo", a Prohens le han pasado por alto los más de 50 mil votantes que han castigado al PP con respecto de otras elecciones generales

'La línea roja' de Matías Vallés (01/07/16)
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Palma de Mallorca
El 26J no se acaba nunca. En la interpretación de la portavoz popular Marga Prohens, las elecciones fueron "un voto de castigo" al Govern de Francina Armengol.
No sabíamos que Armengol había generado una ola de enemistad en toda España, que obligó al país entero a aumentar su porcentaje de voto al PP.
Entre Venezuela y el 'brexit', nadie tuvo tiempo de pensar en Armengol antes de depositar su voto.
Por tanto, Prohens sobrevalora la importancia del Govern, al concederle a Armengol un mérito que no le corresponde.
Puestos a localizar "votos de castigo", a Prohens le han pasado por alto los más de 50 mil votantes que han castigado al PP con respecto de otras elecciones generales.
La portavoz del PP hará bien en consultar a Miquel Ramis, flamante senador del mismo partido, para entender que los resultados son modestos por comparación con la historia de los populares.
Prohens es otra prueba de que el exceso de combatividad agota tanto al combatiente como a sus oyentes. O quizás ahora le duela haber rechazado el número uno de la lista del PP, cuando las perspectivas no estaban claras.
Aunque siempre quepa alegar el impacto de las emociones postelectorales, el PP tiene que aprender a distinguir entre la satisfacción de un buen resultado y el simple alivio de haber evitado la catástrofe.




